¿Se acabaron los problemas cuando confías en Jesús?
Un ayudante de construcción llamado Pablo, poseía una relativa calma con su vida cotidiana, se levantaba muy temprano, atendía brevemente a sus hijos y se dirigía al trabajo. Al fin de mes recibía su paga por la labor cumplida, su salario era bajo y no le alcanzaba para todas las deudas mensuales.
Los domingos asistía al templo junto a su familia para adorar a Dios, entre semana oraba todos los días para que no falte el pan en su casa y un techo donde poder cubrir a sus hijos.
En esa misma construcción trabajaban otros como él, pero sus vidas espirituales estaba muy lejos de Dios y siempre discutían con Pablo sobre los problemas que les aquejaban. Muchos consideraban que la única manera de sobrevivir era trabajando más horas, aunque esto implique descuidar a su familia. Pablo insistía en que confíen en el Creador para todas las cosas, sin embargo se burlaban y le confrontaban con banalidades, incluso le reclamaban que “si tanto confías en tu Dios y si hablas tanto de Él, porqué sigues aquí en esta esclavitud, por qué no te ha ayudado a prosperar”.
Sabiamente Pablo manifestó que los problemas no se acaban cuando uno camina con Dios, al contrario los problemas pueden ser peores, no obstante Él te da la fortaleza para enfrentarlos, Él te ayuda a superarlos, Él te da esa calma que debes tener ante las dificultades.
“El hecho de creer en Dios y confiar en Él no quiere decir que vamos a ser millonarios, ni que vamos a vivir en abundancia material, es el hecho de salvar nuestra alma para estar con Jesús por toda la eternidad”.
Isaías 26:4
4 Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.