Momo Challenge: Otro reto descabellado de Internet
Definitivamente las redes sociales y en general el Internet son espacios de grandes oportunidades para quienes saber aprovecharlos, pero para quienes solo pierden su tiempo en esto, puede llegar a convertirse en un verdadero infierno.
Millones de usuarios se conectan cada día a las diferentes plataformas sociales. Whatsapp ha sido una de las aplicaciones más utilizadas en el mundo entero y por ello hay quienes se «ingenian» para inventarse una serie de tonterías como los retos llegando a extremos malignos como el suicidio.
Qué es Momo de WhatsApp
Hace más de un año que el reto de la Ballena Azul sacudió la Red y demostró a la opinión pública hasta qué extremos puede llegar esto de los retos virales que se crean cada semana en Internet. Y es que Blue Whale no era como el Mannequin Challenge o el reto de la Canela, sino que iba más lejos e incluía auto-lesiones e incluso el suicidio. Momo no parece llegar (de momento) tan lejos, pero sí que es peligroso.
El reto es el siguiente: Debes agregar por WhatsApp un número de teléfono que empieza por +81, y cuando abres la ventana de conversación con ese contacto es imposible no sentir un pequeño escalofrío, ya que la foto de avatar es realmente terrorífica (la que tenemos en la cabecera y hemos puesto aquí): una cara humana deformada con unos ojos extremadamente grandes, una boca sin dientes alargada como si fuera una ‘sonrisa de payaso’ -la práctica de cortar las comisuras de la boca con un objeto afilado para ‘alargar la sonrisa’-, pechos de mujer y patas de gallo. En definitiva, una visión horrible. El juego comienza cuando le hablas a ese contacto llamado Momo.
Dar información a un extraño
Digas lo que digas, Momo puede no responderte o hacerlo con imágenes de carácter agresivo, de actos violentos, recurriendo a las amenazas y a la vez dejando caer datos personajes. En teoría Momo es un ente sobrenatural, maligno, algo así como un coetáneo del Slender-Man, solo que por WhatsApp. Entre los retos figura por ejemplo tener que enviarle un mensaje a las 3 de la madrugada, o no dejar que Momo hable dos veces seguidas. Y luego lo típico: si no cumples sus reglas, algo muy malo te va a pasar.
Lee también: Esta es la droga más destructiva del ser humano
Y este es el problema: el riesgo que corre una persona joven -precisamente el espectro de audiencia al que Momo va dirigido- de entablar una relación con alguien que no tiene cara ni nada, un desconocido que puede usar lo que el contacto le dice para ciberacosarle, para extorsionarle o para timarle ya sea dinero o datos privados. E incluso, igual que la Ballena Azul, incitarse a comportamientos perjudiciales, destructivos y hasta mortales.
Desmontando a Momo
Pero por más aterrador que sea el avatar, detrás de Momo solo hay una (o varias) persona de carne y hueso, y Momo se puede desmontar para ver que sólo es artificio. Empezamos con el número de teléfono, que ya nos da la pista de dónde ha surgido esto: el prefijo +81 pertenece a Japón, igual que el supuesto Momo.
Momo es una simple escultura expuesta en una galería de Ginza, en Tokyo, perteneciente a una muestra de fantasmas y espíritus, muy populares en el folklore nipón. Momo impresiona la primera vez que se la ve, pero es eso: la creación de un artista que alguien fotografió y decidió ponerse de avatar para crear, no sabemos, ¿ser el nuevo Slender-man? ¿Demostrar el poder de la Red para crear un mito de la nada? ¿Hacerse un hueco en la Creepypasta? ¿Timar, acosar a la gente?
De momento, y dado que Momo se está haciendo viral, no faltan los comentarios por la Red de gente que afirma que Momo sabe cosas de su vida privada, de su familia, que es capaz de contestar en varios idiomas distintos, etc. Pero también hay gente que han añadido el número de teléfono y Momo no les ha respondido.
¿De verdad estamos ante la nueva Ballena Azul o es un mito que debido a la viralidad de Internet se propaga rápidamente? Lo único que está claro es que no debes añadir el número, y si ya lo has hecho, bloquearlo en el acto para evitar ser víctima de phishing, extorsiones o ciberacoso.
Padre culpa a “Momo Challenge” por suicidio de su hijo
Youtube, WhatsApp, al igual que el estado de Francia han sido demandados por el padre de un muchacho que cometió suicidio, y que según su padre, fue por culpa de un juego en estas aplicaciones llamado “Momo Challenge”.
Kendall, un chico lleno de proyectos y muy familiar fue encontrado muerto en la casa de sus padres, colgado del cinturón de su kimono; sus padres aseguran que él era un muchacho tranquilo y que algo tuvo que haber influido para que se quitara la vida, a lo que ellos acusan al juego de internet “Momo Challenge”.
Lee también: Intentó suicidarse pero su vida cambió tras el llamado de Dios
Este es un juego viene cargado de amenazas para que los adolescentes realicen tareas que puedan terminar en muerte. WhatsApp es el medio principal de difusión de esto dándole advertencias a sus jugadores de que si no hacen lo que se les pida lastimarán a uno de sus familiares; también utilizan maldiciones o hechizos como recurso de amedrantamiento.
“Yo acuso a YouTube, Whatsapp y al sitio ‘rencontre-ados.com’ de no proteger a los jóvenes, siento que el Estado no ha tenido suficientemente en cuenta los peligros que estos lugares representan para los jóvenes, cuando te toca a ti no lo entiende. Pensamos que podíamos estar tranquilos en el campo, pero Internet está en todas partes y eso no asegura nada” afirma el padre del muchacho denunciando que Internet no les da una restricción y freno a este tipo de acciones digitales.
Reflexión
La gente perversa que crea este tipo de «retos» y cualquier otra situación absurda, no tiene ninguna intención de aportar a la sociedad y eso ocurre porque no tienen a Dios en su corazón. Quienes hemos aceptado a Jesús como nuestro Salvador y practicamos sus mandatos siempre tenemos la idea de servir, en primer lugar a Dios y luego a todos.
Quienes deciden no creer en Dios o se apartan de sus caminos y viven su «libertad», también cometen un grave error que les conduce precisamente a cometer una serie de equivocaciones que tarde o temprano les pasa factura.
Además, el Internet no es malo, los malos somos los humanos que hacemos un mal uso de esta poderosa herramienta que sirve en gran medida para estar informados, para conocer y descubrir muchas cosas importantes, para aprender de Dios, para difundir la palabra de Dios, incluso para obtener ingresos de manera legal y salvar de situaciones de miseria.
Así que tú decides, si quieres destruirte en Internet o construir tu futuro en la red, guiado por Jesús, claro está.
Con información de AS y Biblia Todo