La madrugada de este miércoles 14 de marzo de 2018 murió el científico Stephen Hawking, considerado por la comunidad científica como uno de los más prominentes investigadores contemporáneos.
No obstante, existen serios cuestionamientos a sus teorías y en especial a su posición personal tratando de argumentar científicamente que Dios no existe, lo cual no le atañe y como sabemos Dios y la ciencia no están confrontados.
Nadie puede negar el trabajo que ha realizado Hawking, por medio de sus investigaciones se ha llegado a descubrir y conocer mucho más sobre el universo, sin embargo, es cuestionable que afirme algo que sigue siendo teoría.
En sus más recientes apariciones, Hawking advirtió de manera recurrente sobre la necesidad de que los humanos colonicen el espacio y abandonen la Tierra para escapar de la extinción.
En septiembre de 2016, advirtió que a la humanidad no le quedaría mucho tiempo en el planeta pues sería destruida por una guerra nuclear o un virus hecho por el mismo hombre.
“Creo que la vida en la Tierra está en un riesgo muy alto de ser eliminada por un desastre de gran magnitud. No creo que la humanidad tenga oportunidad si no viaja hacía el espacio. Necesitamos inspirar a la próxima generación para que se conecte con el espacio y la ciencia en general, para resolver los misterios sobre si hay vida o cómo se ve un ocaso desde Marte”, comentó en el prefacio del libro “Cómo construir una nave espacial” de la autora Julian Guthrie.
¿Acaso el Apocalipsis no predijo hace más de 2.000 años un final escabroso como el que advierte Hawking?
Pero lamentablemente por el desconocimiento de la gente al no leer la Biblia y hacer sus propias investigaciones, y simplemente creer en la ola de medios de comunicación que solo destacan este tipo de noticias, es que muchos se vuelcan a poner sus ojos en el hombre, en este caso en el científico, creyendo sus teorías.
Insistimos en el término teoría, como ya lo hicimos en un artículo anterior: teoría es algo que nadie ha demostrado, por ello la teoría del big bang, la teoría de la evolución, siguen siendo teorías, nada se ha demostrado, a pesar de que muchos medios de comunicación «grandes» redactan como si fueran hechos comprobados.
Fue admirable su capacidad para la investigación a pesar de su discapacidad, logrando que se convirtiera en una de las claves de su obra científica. Cuando perdió la movilidad de los brazos, se empeñó en ser capaz de resolver los cálculos más complejos solo con la mente, sin anotar ni resolver ecuaciones.
Una de sus afirmaciones más osadas fue la de considerar que la Teoría General de la Relatividad formulada por Einstein implicaba que el espacio y el tiempo tuvieron un principio en el Big Bang y su fin en los agujeros negros.
En 2004 se refutó a sí mismo y llegó a la conclusión de que los agujeros negros no lo absorben todo.
«El agujero negro sólo aparece en silueta pero luego se abre y revela información sobre lo que ha caído dentro. Eso nos permite cerciorarnos sobre el pasado y prever el futuro», dijo el científico.
El Gran diseño
Una de sus obras escritas fue el libro «El Gran Diseño», donde niega rotundamente la existencia de Dios por medio de la ciencia, cuando es algo que no solamente no le atañe sino que no están confrontadas. Para hacerlo ha empleado su filosofía personal, ya que los planteamientos de la verdadera ciencia no le ayudaban en nada a ello.
Muchos cuestionan este ejemplar por considerarlo falto de rigor, porque «cae en el sensacionalismo más ridículo haciendo afirmaciones sin fundamento y además se aprovecha de su conocimiento para engañar a la gente».
Hawking en el libro mezcla los niveles físico y metafísico sin aclarar nunca de cuál de los dos se está hablando. De esta forma dicen los lectores «se mete en el bolsillo a los ingenuos que no saben ciencia, dicen los que cuestionan sus teorías».
Mezcla deliberadamente la nada cuántica de las partículas elementales de la física con la nada primigenia metafísica a partir de la cual supuestamente Dios creó el cosmos. «Esto lo hace para engañar a la gente porque el vacío cuántico a que se refiere la física nunca será la nada ontológica de la metafísica y la teología. No se puede mezclar indiscriminadamente dos disciplinas diferentes», afirma un lector de este libro.
Muchos se han sentido decepcionados luego de leer este ejemplar y conocer otras informaciones y teorías que ha expuesto el científico.
El mundo científico ha perdido una gran hombre, sin duda alguna, pero más lamentable es que él haya perdido su alma…
Con información de RRP / BBC / Xataca
