Muchos pastores te engañan con falsos discursos de prosperidad, afirmando que si obligatoriamente no diezmas o no ofrendas cualquier cantidad de dinero, Dios no te prosperará y otras cosas absurdas que manifiestan en sus shows.
La verdadera prosperidad no es la económica, sino la prosperidad espiritual, el ir creciendo en la sabiduría de Dios, el ir enriqueciéndose del conocimiento de Jesús.
No obstante, a la par que conocemos de Dios, no de una religión, y empezamos a descubrir lo que Jesús quiere para nuestras vidas, nos sentimos llamados a la obediencia de sus mandamientos y doctrina, entonces por añadidura todo el panorama de nuestras vidas y nuestras actividades cotidianas en busca de una estabilidad económica nos sonríe y viene la prosperidad financiera también.
Deuteronomio 10:12-13
Lo que Dios exige
12 Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma;
13 que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?
Es fundamental el hecho de conocer a Dios, porque si solo seguimos una triste religión, estamos condenados al fracaso, las religiones solo te enseñan las costumbres, ritos y tradiciones muy alejadas de la verdadera Palabra de Dios y de los verdaderos propósitos de Jesús para con nuestras vidas, así que si todavía sigues una religión, es hora de quitarte la venda de los ojos, dejar a un lado esta costumbre y empezar a conocer a Dios a través de su Palabra, seguir a Jesús, seguir sus mandamientos y entender la voluntad de Dios para nosotros.
Una vez que conocemos verdaderamente a Jesús, no al papa, ni al pastor, sino a Jesús, debemos obedecer a Dios todos los días, amándole y acatando sus órdenes por sobre todas las cosas.
Deuteronomio 11:1
La grandeza de Jehová
Amarás, pues, a Jehová tu Dios, y guardarás sus ordenanzas, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los días.
A Dios le gusta que se le obedezca al pie de la letra en toda su doctrina, entonces viene la tranquilidad no solo espiritual, sino económica. Obedecer a Dios es la llave para recibir lluvia de Bendiciones.
Nuestro amado Jesús, nos ordena desechar la corriente de este mundo y más bien escuchar su Palabra, seguir su doctrina y alcanzar una vida santa.
1 Pedro 1:13-16
Llamamiento a una vida santa
13 Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;
14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
Dios nos manda a leer su Palabra todos los días para que al obedecer hagamos prosperar nuestro andar.
Josué 1:7-8
7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Muchos dirán, «pero esto es del Antiguo Testamento, esta es una orden para Josué, nada tiene que ver con nosotros». Si piensas así, estás totalmente equivocado. Todas estas historias reales o las parábolas que nos enseñaba Jesús nos muestran cual es el pensamiento de Dios, qué es lo que quiere de nosotros cada día. La sabiduría que inspiran los versículos de la Biblia han servido, sirven y seguirán sirviendo a todas las generaciones que confiamos en Jesús.
Te interesa: Cada libro de la Biblia glorifican a Jesucristo
Una actitud de obediencia es la clave para prosperar en todo tiempo, la prosperidad no solo es económica, sino espiritual, debemos crecer cada día en Cristo. La única manera de hacerlo es escudriñando Las Escrituras, ponernos en oración permanente, congregándonos en una iglesia de sana doctrina, no en las iglesias que montan shows, sino en donde te compartan la Palabra de Dios apegada estrictamente a la Biblia.
Es necesario conocer a Dios y no a la religión para saber sus verdaderos propósitos, uno de ellos y sobre todo el principal es la ordenanza escrita en Mateo 28 19-20:
Mateo 28:19-20
19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Ahora ya sabes que en la obediencia a Dios está la clave para prosperar, pero en primera instancia es necesario conocer a Jesús.