Has la mejor carrera de tu vida
En algún momento todos nos hemos preparado para correr en una competencia, o al menos caminar en ella, pero en sí la vida misma es una constante carrera, donde en muchos casos solo buscamos satisfacer las necesidades terrenales, olvidándonos por completo que existe algo mucho más importante que las cosas materiales: la vida espiritual y la Salvación de nuestras vidas.
Si corremos la carrera de la vida alejados de Dios, siempre perderemos. Compartimos otra reflexión donde se analiza el curso de la vida y lo que significa la carrera más importante de tu vida.
«Un estudio computarizado en 5.000 caballos de carrera reveló una manera de predecir si uno de esos animales se convertirá en un buen corredor o no. Un profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts usó ordenadores y cámaras de alta velocidad para averiguar cómo corre un buen caballo. Descubrió que las patas de un equino veloz se parecen mucho a los rayos de una rueda. Cada pata toca el suelo únicamente cuando la pata anterior a ella se despega del piso. El efecto es una máxima eficiencia de esfuerzo y velocidad.
En el antiguo Testamento, Isaías habló de correr bien durante el curso de la vida. Dijo que la persona que corre mejor es aquella que aprende esperar en el Señor (Isaías 40:31). Esa persona no desperdicia energía tratando de hacer cosas por sí sola, sino que busca a Dios para obtener fortaleza y esperanza.
Isaías 40:31
31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
En el Nuevo Testamento, la vida cristiana se asemeja a una carrera. El apóstol Pablo indicó que los que corren bien se caracterizan por el dominio propio y la disciplina. (1 de Corintios 9:24-27).
1 Corintios 9:24-27
24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
25 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,
27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
El autor de Hebreos dijo: Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante (Hebreos 12:1)
Hebreos 12:1
Puestos los ojos en Jesús
12 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
¿Quieres ganar una corona incorruptible? Entonces, espera en el Señor, practica el dominio propio, deja de lado las cargas del pecado. Estos son los secretos de correr bien.»
Martín R. De Haan II / Nuestro Pan Diario