Jesús es mi Pana
Tras 29 años en la pantalla chica, la serie animada Los Simpson cumple un rol preponderante en la sociedad. Se ha inmiscuido en las familias estadounidenses y del mundo con guiones poco productivos y de baja calidad.
Muchos dirán: pero si cumple casi 30 años, entonces es un éxito. ¿Un éxito para quién? Sería la pregunta.
Y la respuesta lo encontramos en estas 7 razones de peso que hace que los Simpson sea la serie de dibujos animados más peligrosa del mundo en todos los tiempos.
1. No es una serie para niños
Ha sido más que evidente que esta serie no fue creada para un público infantil sino para un público adulto, pero el estigma de creer que los dibujos animados son solo para niños hizo que los más pequeños de la casa estuvieran pendientes de la serie, con consecuencias muy serias en su comportamiento hacia los padres, pero cuando lo vieron estos últimos, un porcentaje no pusieron reparos y les dio igual, creándose malas prácticas entre padres e hijos que solo han traído decadencia familiar.
2. Programa nada productivo
Chistes ridículos van y vienen, burlas de todo tipo, ningún significado creativo y productivo en esta serie.
Quienes han tenido el “honor” de haber visto al menos una temporada, aseguran lo poco imaginativos que son los guionistas para crear chistes. Siempre lo mismo, escenas que se repiten con diferentes tramas, pero el ridículo es el mismo.
3. Hijos mal criados
El hijo rebelde no es una casualidad, es producto de una pésima educación de sus padres y eso es lo que se refleja en esta serie. Conocemos la manera de actual ridícula y poco convincente de Homero y no menos creativa de Marge.
Por muy independientes que quieran ser los hijos, los padres somos los indicados para guiarlos en el camino correcto. Por qué crees que el mundo está como está, precisamente por la desidia de los padres frente a sus hijos.
4. Pésima concepción de la familia
En esta serie no hay conductas a imitar, pues se trata de una familia más bien bruta, cuya ignorancia masculina y sumisión femenina puede causarnos mucha gracia como contrapartida de nuestros deseos, y como burla de la sociedad establecida, pero a su vez hace apología de la estupidez simpatiquísima e irresponsabilidad muy ingeniosa de un padre como Homero Simpson, un tipo que en cuanto le quitas las gracias se convierte en alguien realmente peligroso para la convivencia.
5. Visión despectiva de otras culturas
En cualquiera de los episodios donde supuestamente visitan otras ciudades, hacen burlas y parodias de lo que consideran sucede regularmente en esa localidad, por ejemplo, Rio de Janeiro, donde su sesgada visión de la realidad mira ciudadanos bailando por doquier, carnaval, secuestros, robos.
Esto solo demuestra la ignorancia de los guionistas.
6. Serie con argumentos muy pobres
Desde que empezó la serie ha tenido argumentos pobres, sin ningún tipo de significado. Por supuesto que una serie de esta naturaleza está llamada a entretener, pero el entretenimiento no quiere decir estupidez, insultos, burlas, casos ridículos o tramas sin sentido.
7. Se burlan de Dios
En muchos de los capítulos y temporadas siempre se han burlado de Dios y de las religiones.
En uno de sus recientes capítulos, Bart decora su casa del árbol con crucifijos para alejar a los espíritus, a pesar de que no es cristiano.
Mientras tanto, el personaje de Millhouse, que es cristiano, se emociona cuando lo ve y pregunta: “¿Qué está pasando, Bart? ¿Estás en Dios ahora? Siempre lo estuve. Mira esos abdominales. El secreto es menos barras de pan, más peces”.
Bart continúa: “No creo en una religión tonta. Esto es para mantener alejados a los fantasmas”.
Pero entonces por qué cumple casi 30 años
La serie cumple 30 años porque lamentablemente la televisión ha ido decayendo en las últimas décadas con una serie de programas de pésima categoría y no podía faltar una serie que se “distinga” de las demás pero que calce eficientemente en medio de la telebasura que ha malacostumbrado a millones de televidentes a mirar cosas insignificantes.
En todo caso, siendo netamente cristianos, nuestro deber es siempre hablar con la verdad y orar por los productores de este tipo de series que solo buscan lucrar, para que rectifiquen, se arrepientan de toda esta basura, busquen y conozcan a Dios y puedan actuar de una manera eficaz al servicio del arte escénico y ser un aporte para la sociedad y no un medio de destrucción.
