Desde hace muchos años atrás hemos escuchado decir que el representante de Dios en la tierra es quien funge de papa desde Ciudad El Vaticano, aquel a quien eligen dentro de un cónclave lleno de misterio por parte de algunos cardenales que supuestamente están libres de pecado.
Les recuerdo en primer lugar que nadie estamos libres de pecado, lo que hacemos es acercarnos más a Dios para replicar sus enseñanzas y tratar de mejorar nuestras vidas para el bien común y por supuesto salvar nuestra alma de la condenación, pero todos somos pecadores y seguiremos siéndolo hasta el día de nuestra muerte, aún las personas que están dentro de las capillas, iglesias o el famoso Vaticano.
Ahora bien, este supuesto representante de Dios en la tierra debe cumplir una serie de requisitos, uno de ellos es ordenarse como Obispo, además de poseer una cierta edad, en fin, cosas que han sido impuestas por los hombres, tradiciones que se han inventado desde hace varios siglos y que continúan cual si fuese un mandato de Dios.
Permítanme desencantarles si creían que el representante de Dios en la tierra es el papa y que comanda las acciones de los creyentes desde Ciudad el Vaticano, no y mil veces no. La Palabra de Dios verdadera, que es La Biblia, en ningún parte manifiesta que el representante de Dios en la tierra debe ser un humano. Claramente señala que quien representa a Dios en la tierra, después de la partida al Cielo de Jesús, es el Espíritu Santo.
Juan 14:24-27
24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
25 Os he dicho estas cosas estando con vosotros.
26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Explícitamente manifiesta que el Padre a enviado en su nombre al Espíritu Santo, para que nos enseñe todas las cosas y nos recuerde lo que Él nos ha dicho. Él es enviado por el Padre en su nombre.
Juan 15:26
26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
Señala comprensiblemente que Él enviará del Padre y procederá del Padre. Dará testimonio acerca de Cristo. Precisamente podemos observar que los creyentes del primer siglo como se describe en Hechos, eran llenos del Espíritu Santo, el Espíritu de Dios y por ello hablaban con entusiasmo de Jesucristo. Un seguidor lleno del Espíritu es un buen testigo de Cristo.
Juan 16:13
13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
Definitivamente Él es quien nos guía a toda verdad, quien habla a través de los que dan testimonio del Señor. Él es quien nos hace saber todas las cosas. Entonces el Espíritu Santo es verdaderamente el representante de Dios en la tierra, quien está involucrado en dar testimonio y representar a Cristo.
Romanos 8:25-27
25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
Notan lo que dice en el versículo 26: el Espíritu mismo intercede por nosotros, esto a través de la voluntad de Dios en la persona de Jesucristo, nadie más intercede por nosotros, sino solo Jesucristo.
Romanos 5:5
5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
El amor de Dios ha sido derramado en vuestros corazones por El espíritu Santo nos detalla la Palabra de Dios en este versículo. El Espíritu Santo fue derramado, la palabra derramado quiere decir conceder. Dios nos ha concedido, es decir nos ha dado al Espíritu Santo.
Gálatas 4: 4-7
4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,
5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !!Abba, Padre!
7 Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.
Más claro que esto, ni el agua, así que ya saben quién es el representante de Dios en la tierra: El Espíritu Santo y no cualquier ser humano. Lo que sí debemos hacer los humanos es parecernos a Jesús, siguiendo su Palabra Verdadera que está en La Biblia, siguiendo sus verdaderos mandamientos, siguiendo su sana doctrina y testificando de ello a los demás.