¿Imágenes que “bendicen” lo ilegal?
De por sí, la idolatría es algo que detesta Dios, claramente su Palabra verdadera expresa que no debemos hacernos imágenes para adorarlas y mucho menos dirigirnos a ellas para pedir favores.
Desconocemos por qué una cierta religión continúa obstinada en adorar imágenes y representaciones siguiendo ritos y celebraciones, cuando Dios ordena que no lo hagan.
Éxodo 20:4-6
4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
En los últimos tiempos, los hombres se han inventado una serie de nombres para adorar imágenes, de acuerdo con anunciadas apariciones, milagros, eventos especiales, en fin.
Tenemos, por ejemplo: “El señor del árbol, el niño de Sinche, la virgen de Guadalupe, la virgen de Fátima, Jesús del gran poder, el niño de esto, el niño de aquello, la virgen de por aquí, la virgen de por allá…
Y para colmo de males, las personas que actúan en la sombra de la ilegalidad también se han inventado una serie de nombres a ciertas imágenes que supuestamente les cuidan mientras hacen sus fechorías. ¿Imágenes que “bendicen” lo ilegal?
¿Increíble verdad? Pero cierto.
El niño huachicolero
Una nueva ola de idolatría a figuras de yeso está recorriendo México, pues con el suceso de la explosión del gasoducto clandestino de Hidalgo, donde se contabilizan más de 100 muertos, ahora surge un santo llamado “niño huachicolero”, el cual es el «encargado de proteger» a todos aquellos que están sumergidos en el contrabando y robo de gasolina en el país azteca.
El fenómeno “Wachicolero” llegó al mundo de la música, lo que empezó como una broma terminó exponiendo la actividad ilícita más practicada en Hidalgo, México; a la cual se le suma una imagen del “niño jesús” llevando unos envases y mangueras de gasolina o vestido como un trabajador de Pemex, ya que los que practican esto quieren “encomendarse” a algo para su protección debido al riesgo inminente que hay detrás de ello.
Por supuesto que este tipo de adoración ha sido fuertemente criticado por diferentes corrientes espirituales, pero la sociedad asegura que este tipo de culto no acabará pues está arraigada a la cultura del mexicano, que ha llegado al punto de que los niños no quieran aspirar a ser personas con metas altas o disfrutar su infancia con mentes sanas sino crecer para ser “Huachicolero”.
Jesús Malverde “santo de los narcos”
Cuenta la leyenda que Malverde fue un bandido que vivió entre 1870 y 1909, cuya misión era robar a los ricos para repartir a los pobres, al muy puro estilo robinhoodiano.
En los años 70, el capo narco Julio Escalante ordenó matar a su hijo Raymundo porque había hecho negocios sin su conocimiento. Cuentan que el joven fue baleado y arrojado al mar. Y que en su agonía alcanzó a “rezarle” a Malverde. Fue allí donde “el milagro se produjo” y un pescador rescató a Raymundo. Desde ese momento el joven prometió construir un altar para venerarlo.
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Aseguran que entre sus visitantes están los famosos narcotraficantes como Edgar Tellez, César Ortiz, Amado Carrillo y Rafael Caro Quintero. Dicen que una madrugada también visitó la capilla el Chapo Guzmán y dejó un papelito en agradecimiento a Malverde. La actriz Verónica Castro también estuvo en 2010.
Virgen de Monserrat: “patrona de los delincuentes chilenos”
También conocida como la virgen morena o negra, se le atribuye ser la protectora del hampa. Sus fieles aseguran que rezarle y prenderle velas los ayuda a perpetrar sus robos y no caer en la cárcel.
“Soy narco y toda la vida me he encomendado a la Virgen de Monserrat porque me protege. Cuando traficaba droga en el norte, le rezaba para que nos hiciera invisibles ante la policía. La conocí cuando era muy joven. Con un amigo una vez volvía de una fiesta y él se robó una imagen de ella que estaba en una animita. Me dijo que nos iba a proteger en nuestros robos y así fue. Pero para ser devoto de la “cholita”, la imagen te la tienen que regalar o robar, pero jamás comprar”, explica Alexander Garrido, miembro de la peligrosa banda de “Los Gaete” y quien actualmente purga 35 años de cárcel.
¿Qué curioso no? Dice proteger al narco y ahora está en la cárcel.
Los cinco santos que adoró la mafia y el sicariato antioqueño
san Judas Tadeo, María auxiliadora, el divino niño, el santo juez y la rosa mística de la Aguacatala, son los cinco protagonistas del santoral de la mafia paisa, en una tradición que buscó, y busca, protección para los cargamentos de droga, o de los enemigos, o la prosperidad y salud para las familias de capos y sicarios.
Según el antropólogo e investigador urbano, José Gregorio Henríquez, la relación entre la delincuencia y estos santos se inició para la cultura antioqueña en los años 70 con San Judas Tadeo y la bonanza marimbera, como se conoció el auge de los cultivos de marihuana, y a pesar de que ese tipo de manifestaciones de culto han disminuido para hacerse menos notorias y públicas, se mantienen en la actualidad en privado.
“Ha evolucionado con cada época y en ella se representa un vínculo con cada figura religiosa. Se pensó que con la llegada del padre Marianito en los años 1999 0 2000, se iba a convertir también en figura de ese tipo de culto, pero no fue así. Se mantienen estas figuras tradicionales pues ya no se quieren hacer manifestaciones que los pongan en evidencia frente a las autoridades y la sociedad”, sostuvo Henríquez.
Para el experto, quien como investigador urbano ha estudiado las diferentes manifestaciones del conflicto en la ciudad en las últimas décadas, este tipo de relación es una paradoja social: mientras un ciudadano del común le pide a María Auxiliadora que le proteja de la delincuencia, el sicario ora a esa misma figura para tener puntería a la hora de matar.
La santa muerte
Las referencias documentales indican que esta figura apareció en Ciudad de México en los años cincuenta en ambientes del hampa y del lumpen.
El culto a la santa muerte está relacionado con la adoración a la muerte en el México prehispánico. Su devoción habría sobrevivido con el paso de los años en la clandestinidad, gracias a la tradición oral y ha ido sumando nuevos elementos.
A mediados de los años 90’s con la depresión económica en el país, el culto aumentó en México, hasta el grado de construírsele altares en las calles. Uno de los templos más “importantes” se encuentra el barrio de Tepito en la Ciudad de México.
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Su expansión se produce con el crecimiento del crimen, el fracaso del Estado del PRI y la retirada de la Iglesia Católica de actividades pastorales y formativas en los sectores más pobres de la sociedad mexicana.
El periodista José Gil Olmos, calcula que el número de altares levantados a la santa muerte ronda los 10.000, (dato hasta el 2012) de los que 1.500 se encuentran en el Distrito Federal de México.
Las reformas constitucionales y legales en los años noventa, que permitieron a las Iglesias y asociaciones religiosas gozar de personalidad jurídica y comprar bienes, fueron aprovechadas por la Iglesia Católica Apostólica y Tradicional México-Estados Unidos para legalizarse y así erigir templos en varias ciudades del país.
Desde su aparición, las autoridades policiales y judiciales han considerado que estaba vinculada a la delincuencia; la Iglesia Católica Oficial y la Iglesia Evangélica Oficial la han calificado de no cristiana.
Podríamos hablar de incontables casos en que se ha inventado cultos a diferentes imágenes con el pretexto de pedir protección o favores relacionados con el mal, pero no terminaríamos el artículo.
¿Sabías que el diablo hace milagros?
Y es precisamente a través de las imágenes que muestra sus milagros para engañar y confundir a los creyentes y no creyentes, de allí que los supuestos prodigios que se les atribuye a diferentes imágenes que han “derramado lágrimas”, han “derramado sangre de sus ojos”, han “movido la mano” han “caminado” tienen su origen en ya sabes quién.
Si las personas que llevan veneno en su corazón y se dedican a las obras del mal le “rezan” a estas imágenes, obviamente que obtendrán respuesta y “favores” porque es allí donde actúa satanás para concederles sus peticiones y hacerles creer que es Dios quien actúa.
Dios no interviene a través de imágenes, sino a través de la fe en la persona de Jesucristo, de nadie más; y, claro está, las oraciones exclusivamente en el contexto del Bien.
Toda esta ola de idolatría es lo que tiene sumido a México y a otros países en la más absoluta descomposición social y crisis económica en toda su historia.
No olvidemos lo que sucede en Haití, un país fundado en la brujería, la hechicería, y la idolatría; todas esas son prácticas abominables ante Dios. Ellos han sufrido desde hace años de miseria, la más grande de todo el continente, y no han reconocido que la culpa de todo eso es su propio pecado.
La gran oportunidad de tu vida
Todos quienes están en la práctica de la idolatría y del mal, tienen la Gran Oportunidad de Su Vida, al aceptar a Jesucristo como su Único Señor y Salvador para que su alma sea rescatada y se libre del castigo eterno del infierno.
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Recuerda, Dios no te condena, Dios quiere salvarte, pero si tu no deseas, es exclusivamente tu decisión. Por favor no le culpes a Jesús cuando estés en el infierno, tú tomaste la decisión de no seguirlo.
No te olvides que en el infierno no existe el arrepentimiento, ¡ah! y tampoco los ateos.
Jeremías 10
La idolatría trae destrucción
¡Escucha la palabra que el Señor te dice, oh Israel!
2 Esto dice el Señor: «No te comportes como las otras naciones que tratan de leer el futuro en las estrellas. No tengas temor de sus predicciones, aun cuando otras naciones se aterren por ellas.
3 Sus costumbres son vanas y necias. Cortan un árbol y el artesano talla un ídolo.
4 Lo decoran con oro y plata y luego lo aseguran con martillo y clavos para que no se caiga.
5 ¡Sus dioses son como inútiles espantapájaros en un campo de pepinos! No pueden hablar y necesitan que los lleven en los brazos porque no pueden caminar. No tengan temor de semejantes dioses, porque no pueden hacerles ningún daño, tampoco ningún bien».
6 ¡Señor, no hay nadie como tú! Pues eres grande y tu nombre está lleno de poder.
7 ¿Quién no te temería, oh Rey de las naciones? ¡Ese título te pertenece solo a ti! Entre todos los sabios de la tierra y en todos los reinos del mundo no hay nadie como tú.
8 Los que rinden culto a ídolos son estúpidos y necios. ¡Las cosas a las que rinden culto están hechas de madera!
9 Traen láminas de plata desde Tarsis y oro desde Ufaz, y les entregan esos materiales a hábiles artesanos que hacen sus ídolos. Luego visten estos dioses con ropas de púrpura y azul real hechas por sastres expertos.
10 Sin embargo, el Señor es el único Dios verdadero. ¡Él es el Dios viviente y el Rey eterno! Toda la tierra tiembla ante su enojo; las naciones no pueden hacerle frente a su ira.
11 Diles a los que rinden culto a otros dioses: «Sus supuestos dioses, que no hicieron los cielos y la tierra, desaparecerán de la tierra y de debajo de los cielos».
12 El Señor hizo la tierra con su poder, y la preserva con su sabiduría. Con su propia inteligencia desplegó los cielos.
13 Cuando habla en los truenos, los cielos rugen con lluvia. Él hace que las nubes se levanten sobre la tierra. Envía el relámpago junto con la lluvia, y suelta el viento de sus depósitos.
14 ¡Toda la raza humana es necia y le falta conocimiento! Los artesanos quedan deshonrados por los ídolos que hacen, porque sus obras hechas con tanto esmero son un fraude. Estos ídolos no tienen ni aliento ni poder.
15 Los ídolos son inútiles; ¡son mentiras ridículas! En el día del juicio, todos serán destruidos.
16 ¡Pero el Dios de Israel[b] no es ningún ídolo! Él es el Creador de todo lo que existe, incluido Israel, su posesión más preciada. ¡El Señor de los Ejércitos Celestiales es su nombre!
La destrucción que se acerca
17 Haz las maletas y prepárate para salir; el sitio está por comenzar.
18 Pues esto dice el Señor: «De forma repentina echaré a todos los que viven en esta tierra. Derramaré sobre ustedes grandes dificultades, y por fin sentirán mi enojo».
19 Mi herida es profunda y grande mi dolor. Mi enfermedad es incurable, pero debo soportarla.
20 Mi casa está destruida, y no queda nadie que me ayude a reconstruirla. Se llevaron a mis hijos, y nunca volveré a verlos.
21 Los pastores de mi pueblo han perdido la razón. Ya no buscan la sabiduría del Señor. Por lo tanto, fracasan completamente y sus rebaños andan dispersos.
22 ¡Escuchen! Oigan el terrible rugir de los ejércitos poderosos mientras avanzan desde el norte. Las ciudades de Judá serán destruidas y se convertirán en guarida de chacales.
Oración de Jeremías
23 Yo sé, Señor, que nuestra vida no nos pertenece; no somos capaces de planear nuestro propio destino.
24 Así que corrígeme, Señor, pero, por favor, sé tierno; no me corrijas con enojo porque moriría.
25 Derrama tu ira sobre las naciones que se niegan a reconocerte, sobre los pueblos que no invocan tu nombre. Pues han devorado a tu pueblo Israel[c]; lo han devorado y consumido y han hecho de la tierra un desierto desolado.
Fuentes: Clarín / Guioteca / BibleGateway / Periodista Digital / BibliaTodo / Samuel Miranda / El Colombiano