Jesús

¿Cómo puedo tener el sello de Dios en mi vida?

No es una pregunta común que los cristianos nos hacemos, pero deberíamos pensar seriamente en hacernos este cuestionamieto: ¿Cómo puedo tener el sello de Dios en mi vida?

El Sello de Dios es algo muy importante que debemos tener en nuestra vida, porque vienen timpos difíciles, terribles para la humanidad.

Se acercan tiempos de mucho dolor, de frustración, además de todos los problemas que como seres humanos enfrentamos.

De ahí que nos duele el corazón, al ver lo que está pasando en el mundo y que no hay un genuino arrepentimiento, no hay un volverse a Dios de todo corazón, sino más bien hay un enfriamiento, un alejamiento o un completo rechazo.

Recordemos que el Señor le dio una orden a Ezequiel:

Ezequiel 9:4

4 y le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella.

Y eso es lo que nuestro Dios quiere hacer.

Hoy el Señor quiere marcarnos, ponernos un sello a los que le amamos y obedecemos para separarnos de todas las miserias que se avecinan.

Pero también es muy importante que nosotros mantengamos viva esa pasión y no seamos indiferentes ante tanta maldad, hambre y necesidad espiritual como física en el mundo.

Ahora tenemos que clamar al Señor, pedirle “Señor por favor salvamos, manifiéstate poderosamente en medio de un pueblo que necesita ver realmente tu poder” aun cuando el corazón está endurecido.

¿Cómo el Señor puede poner esa señal en nuestra frente, cómo puedo tener ese sello de Dios para que me conozca?

Cuando la Palabra dice “apartaos de mi malditos, nunca os conocí” en Mateo 25:41 y Mateo 7:23.

41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.

23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

Mateo 7:23

Muchos se preguntarán ¿Cómo es que Dios no me conoce, si yo he estado predicando, si he estado dando de comer a los pobres?

Precisamente por eso, porque no tenemos el Sello de Dios, por ende no nos conoce, porque no se trata de una simple religión y de cumplir con ritos u órdenes humanas, sino de una obediencia total al Creador.

Leamos en: Efesios 1:13

13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,

Fuimos sellados al tener a Cristo

Si no tienes a Cristo no tiene el sello de Dios en tu vida y Dios no te conoce.

Pero los que hemos aceptado a Jesucristo ya hemos sido sellados y lo más hermoso: Dios nos conoce.

22 el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.

2 Corintios 1:22

Es decir, no ha dado ese sello.

Tenemos que tener claro que saber es diferente a conocer.

Con Dios pasa lo mismo, si no tenemos al Espíritu Santo que es quien te guía a la oración para que converses con Dios, Él nunca te va a conocer.

Claramente lo dice en su Palabra: Pero si alguno ama a Dios, es conocido por Él (1 Corintios 8:3)

Tener el sello es decir: es mío, mi propiedad, mi hijo amado en quien tengo complacencia.

Al tener al Espíritu Santo y haber aceptado a Jesucristo, somos conocidos por Dios.

¿Para qué nos sella como propiedad de Él?

La palabra nos dice en 2 Timoteo 2:19

19 Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.

Este sello nos hace propiedad privada de Dios y este sello nos impide vivir en pecado.

Es el Espíritu Santo quien nos confronta cuando pecamos para arrepentirnos y renunciar al pecado.

El sello del Espíritu Santo en nosotros no solamente que produce el fruto en nosotros que es el amor, gozo, paz, paciencia, fe, benignidad, mansedumbre y templanza, sino que también produce en nosotros santidad como dice Hebreos 12:14

14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

Por ende, los que somos de Dios, tenemos ese sello, vivimos en santidad y nos duele el corazón de ver cómo está el mundo.

Algo que han perdido los cristianos es amor por los perdidos, predicar el evangelio, anunciarles la verdad.

Cristo viene, Cristo está a las puertas

Pero a veces no podemos hablar porque ese sello está manchado por el pecado.

Cristo está a las puertas

Este sello nos prepara si soy propiedad privada de Dios y Dios está preparando una cena, la cena de las Bodas del Cordero, la Coronación de su Hijo.

Este sello nos llama al arrepentimiento, a la santidad, a ponernos a cuentas con Dios.

Este es un llamado de advertencia “El novio viene, el Novio está en las puertas, prepárate mundo para recibir al rey”

También debemos tomar en cuenta lo que dice en:

Mateo 22:14

14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.

Aquí hay una diferencia muy importante, muchos se esfuerzan por el llamado de Dios, pero ¿Cuántos nos esforzamos por tener la santidad de Dios?

Ser santo es ser escogido, es ser apartado para Dios.

Llamados muchos, escogidos pocos

En muchos versículos de la Biblia, nos hemos dado cuenta que existe una pequeña palabra que aparentemente no tiene un gran significado, no obstante, su concepto es terrible para quienes no creen en Dios.

La palabra es“Ay”, y este ay, se dirige precisamente a quienes tienen el corazón malvado, no para los que estamos en Cristo.

49 Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, 50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Mateo 13:49-50

Ojo, esto quiere decir una separación entre malos y buenos, justos en Cristo; no entre buenos y justos.

En la parábola del trigo y la cizaña, no toman una parte del trigo y la mandan a la siega y la otra al granero, el trigo todo va al granero y la cizaña al fuego.

Puedes leer: Mateo 13:24-30

Cuando vemos el versículo 30 dice “Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega”, es decir el trigo y la cizaña, hemos crecido buenos junto con los malos, el sol ha salido para todos.

“Y al tiempo de la siega yo diré a los segadores” los segadores son los ángeles; “Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla”.

Asimismo hará con nosotros, a las personas que no quisieron creer en Jesús serán lanzados al fuego eterno.

Pero recoged el trigo en mi granero” y los que creemos y recimos a Jesús en nuestro corazón seremos llevados con Él.

Que importante queridos hermanos de recibir al Señor en nuestro corazón y ser sellados como su propiedad para alcanzar todas sus promesas.

Es por eso que hoy que todavía estamos a tiempo, abramos nuestro corazón a su Palabra, dejémosle entrar en nuestra vida, que sea Él el que nos gobierne.

Tomado de la predica de a la Final Trompeta No. 34, pastores Arturo Norero, Nelson Zavala, Reimundo Ramos, Dr. David Diamond

A LA FINAL TROMPETA #34

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