Lee Strobel fue un ateo que investigaba incansablemente para comprobar si Jesús es real, además de su muerte y resurrección, pero al hallar esas pruebas contundentes se convirtió al cristianismo, sin embargo aún dudaba, pero un milagro reciente lo convenció por completo.
Strobel, incluso después de reconocer a Jesús a través de los relatos históricos, necesitó más evidencias del poder de Dios para convencerse. “Fue el milagro de la resurrección y la evidencia histórica que acabó llevándome a la fe hace muchos años. Pero mi escepticismo no se fue “, aseguró.
Strobel pasó a creer en los milagros descritos en los Evangelios, pero tenía dudas si podrían ocurrir todavía hoy. “¿Cuán legítimas son esas reivindicaciones milagrosas en el siglo XXI?”, Se preguntaba. “Eso fue lo que me motivó a investigar ese asunto”.
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Él encontró decenas de testimonios de sanaciones y milagros, pero una historia en particular lo impactó: el caso de Barbara Snyder.
Cura inexplicable: Milagro
“Barbara Snyder fue diagnosticada con esclerosis múltiple. Ella se deterioró por muchos años, pasó por varias cirugías y muchas hospitalizaciones. Ella llegó al punto de morir. De hecho, un médico la describió como una de las pacientes más enfermas que él ya encontró “, cuenta Strobel.
Barbara estaba casi ciega, tuvo los músculos atrofiados, estaba con las manos y el cuerpo curvados y contaba con tubos para respirar y alimentarse. Su situación era desesperada, hasta que algo impactante sucedió.
“Un día, uno de sus amigos llamó a una estación de radio cristiana de Chicago y dijo: ‘Oren por Barbara. Ella está en su lecho de muerte. Al menos 450 cristianos comenzaron a orar por ella, porque escribieron cartas diciendo: ‘Estamos orando por ti”, cuenta Strobel.
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El domingo de Pentecostés, dos amigos estaban leyendo para Barbara las cartas de las personas que estaban orando por ella. Mientras escuchaba, ella escuchó una voz masculina proveniente del canto de la sala.
“Esta voz masculina vino del canto de la sala y dijo: ‘Levante a mi hija y camine. Entonces ella sacó el tubo de la garganta y dijo ‘vaya a buscar a mis padres’ y saltó de la cama “, relata el autor. Sus músculos atrofiados volvieron a funcionar, sus dedos volvieron a quedar rectos y su ceguera fue instantáneamente curada.
“Esta fue la cura instantánea de todos sus síntomas y toda su enfermedad, al punto en que 31 años después, ella está completamente sana. Hasta hoy, destaca Strobel”
Strobel se encontró con otros casos como este y recogió sus experiencias en el libro The Case for Milagros “El caso de los Milagros”. Al final del proyecto, Strobel se sorprendió al saber que los milagros son más comunes de lo que él imaginaba.
Con información de Biblia Todo
