Nunca nos conformamos con lo que tenemos, siempre estamos quejándonos de todo, si tenemos algo por qué no lo tenemos de otro color, si no lo tenemos, por qué no lo poseemos. Si tenemos un auto, por qué no lo tenemos más grande, si no lo tenemos, por qué no tenemos al menos un pequeñito y en fin, podríamos citar miles de ejemplos, pero creo que sabes a lo que nos referimos.

Es necesario que aprendamos a ser agradecidos con lo que tenemos y no ser quejumbrosos con frases como: «lo poco que me ha dado Dios», la pregunta es ¿LO POCO?

Tienes manos, pies, vista, trabajo, casa, auto, familia, amigos ¿qué mas quieres? y mira que no todos podemos contar con el privilegio de estas 9 cosas; entonces qué es lo que te preocupa. ¿Acaso quieres mansiones, autos de lujo, viajes cada semana y otras cosas sin importancia?

Es hora que pongas los pies sobre la tierra y seas agradecido con lo que Dios te ha dado. Todos nacimos desnudos y sin nada nos vamos. Dios nos ha confiado nuestras posesiones para que las valoremos y disfrutemos.

1 Timoteo 6:17

17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.

Los poseedores de riqueza material no deben ocuparse solo de sus bienes, deben buscar tesoros en el cielo y valorar lo que tienen, no idolatrarlo y por supuesto compartir con los necesitados.

¿Qué nos hace verdaderamente ricos?

¿Crees que el ascenso que te dieron con lo que vas a ganar el doble de dinero? ¿Crees que los amigos que siempre te invitan a beber alcohol o a drogarte? ¿Crees que casándote con una persona que posea inmensos bienes materiales?

Definitivamente NO, la verdadera riqueza la encontramos en las Bendiciones que cada día Dios nos ofrece y cosas que el dinero no pueden comprar, como una sonrisa, un amor verdadero, una familia estable, unos amigos verdaderos que estarán contigo en las buenas y en las malas.

Proverbios 10:22

22 La bendición de Jehová es la que enriquece,
Y no añade tristeza con ella.

Ninguna Bendición es causa de tristeza, al contrario, toda Bendición viene acompañada de una inmensa alegría y de un objetivo mucho más grande que el que tu te puedas imaginar.

Dios nos ha dado tanto, pero demasiadas veces no valoramos estas riquezas verdaderas y cuando no valoramos: nos quejamos, cuando no valoramos: despreciamos, cuando no valoramos: lo perdemos.

1 Crónicas 29:11-13

11 Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.

12 Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.

13 Ahora pues, Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre.

Claramente las Escrituras señalan que Dios es el dueño de todas las riquezas materiales y espirituales y si Él decide brindarte algo a ti, debes estar enteramente agradecido, sea mucho o poco.

¿Por qué aprendemos a valorar lo que Dios nos dio cuando lo perdemos y no cuando lo teníamos? Así como hemos aprendido otro tipo de temas en otras áreas, ¿por qué no aprendemos a dar valor a las cosas?

¿Por qué descubrimos al amor de nuestra vida cuando está en brazos ajenos, o cuando ha fallecido?

¿Por qué valoramos a la familia cuando nos quedamos solos?

Recuerda que las cosas materiales con esfuerzo se recuperan, pero las verdaderas Bendiciones jamás vuelven a tu vida. Y aquí te quiero mostrar 3 cosas que jamás regresan a ti.

3 Bendiciones que jamás se recuperan

La Familia

No valoramos el hogar y a los miembros de la familia, sino hasta que han dejado de existir. ¿Por qué en vida no visitas a tus familiares y cuando te has enterado de su muerte viajas de donde estés, así sea al otro lado del mundo, para ver el ataúd?

En vida, jamás le llevaste flores a tu tía o tu madre, por ejemplo y cuando ella muere, llenas de los mejores bouquets al rededor de su féretro ¡que ironía! ¿verdad?. Una canción en Ecuador dice: «En vida que me quisieras, de muerto ya para que».

Éxodo 20:12

12 Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios.

Bien se dice que la familia es la base de una sociedad bien formada, con valores y principios. No descuidemos a la familia, una de las mayores Bendiciones de Dios.

El Matrimonio

Cuán fácil es ser feliz en el matrimonio que formaste, pero por desgracia un craso error, como la traición o como la avaricia, mandaron por la cañería todo lo que construiste. Un error que lo pudiste haber evitado con solo decir NO, pero cuan necios somos y siempre queremos hacer las cosas por nuestra cuenta propia, alejados de Dios, alejados de su sabiduría para saber tomar buenas decisiones, alejados de su Palabra para entender lo ultra espectacular que es la vida cerca de Jesús.

Siempre terminamos haciendo todo lo contrario del camino correcto, todo lo que nos va a llevar al fango, todo lo que nos va a hundir ¿Por qué? ¿por qué no podemos disfrutar lo que Dios no ha dado, cimentarlo, guardarlo, atesorarlo y vivirlo a plenitud? ¿Por qué somos tan torpes en muchas ocasiones y desperdiciamos las oportunidades?

Efesios 5:22-25

22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;

23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.

24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.

25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,

La Palabra de Dios es totalmente clara, si la cumpliéramos no tendríamos ninguna clase de problemas en la vida, así de sencillo.

La vida

Definitivamente la vida es otra de las mayores Bendiciones de Dios, pero si tenemos una vida, aprendamos a vivirla de la mejor manera, no la desperdiciemos en banalidades, en porquerías, sino, disfrutémosla con actitud positiva y siempre con Dios como nuestro guía, todo es fácil, feliz y próspero apegados a la Palabra de Dios.

Nuestro tiempo es tan corto sobre la faz de la tierra, como para desperdiciarlo en trivialidades.

Valoremos las oportunidades, momentos, relaciones, la libertad que Dios no ha ofrecido y no nos volvamos esclavos de nada, ni de nadie.

Gálatas 5:13

13 Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor.

Jesús nos promete lo mejor, una vida en abundancia para toda la eternidad, ¿vas a aprovecharla o desperdiciarla?

Juan 10:10

10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.