El Domingo de Ramos es el primer día de la Semana Santa o denominada también Semana Mayor donde los presentes en aquella época aclamaban ¡Hosanna al Hijo de David! afirmando su fe en el Mesías, aunque días más tarde lo condenaban.
El Domingo de Ramos recordamos la entrada triunfal de Nuestro Señor Jesucristo en Jerusalén unos días antes de su muerte y resurrección.
Es conocido como el Domingo de Ramos, debido a las ramas de palma que fueron puestas en el camino cuando Jesús entró en Jerusalén, montado sobre el asno.
Mateo 21:1-11
1 Cuando se acercaron a Jerusalén, y vinieron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió dos discípulos,
2 diciéndoles: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella; desatadla, y traédmelos.
3 Y si alguien os dijere algo, decid: El Señor los necesita; y luego los enviará.
4 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo:
5 Decid a la hija de Sion:
He aquí, tu Rey viene a ti,
Manso, y sentado sobre una asna,
Sobre un pollino, hijo de animal de carga.
6 Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó;
7 y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima.
8 Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino.
9 Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: !!Hosanna al Hijo de David! !!Bendito el que viene en el nombre del Señor! !!Hosanna en las alturas!
10 Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste?
11 Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea.
Algunos años antes 450-500, el profeta Zacarías había profetizado lo siguiente:
Zacarías 9:9
Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.
Mateo 21:7-9 ratifica el cumplimiento de esta profecía como lo habíamos leído anteriormente, evento que tuvo lugar el domingo antes de la resurrección.
El Domingo de Ramos fue el cumplimiento de la profecía de los “setenta sietes“ del profeta Daniel:
Daniel 9:25
Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.
Jesús entonces vino a lo suyo y los suyos lo recibieron, en primer lugar aclamándole y venerándolo, para tiempo más tarde crucificarlo.
Juan 1:11
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
Las mismas multitudes que gritaban: “¡Hosanna!” gritaban «¡Sea crucificado!» cinco días más tarde. Impresionante, pero cierto. Así es como se cumplen Las Escrituras.
Mateo 27:22-23
22 Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: !!Sea crucificado!
23 Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: !!Sea crucificado!