Jesús

La puerta estrecha que nos conducirá hasta el cielo

Para ir al cielo existe una sola puerta y es muy estrecha, por donde solo accedemos cuando obedecemos a Dios sin poner ningún tipo de pretextos.

En el artículo anterior compartimos las 7 puertas que nos conducirán con toda seguridad al infierno, en esta ocasión hablaremos de aquella puerta de esperanza.

Esta puerta, a pesar de ser estrecha, nos puede brindar la salvación eterna y el gozo infinito de estar en la presencia de nuestro amado Jesús.

El Señor nos ofrece una puerta por la que podemos pasar, y que por ahora aún está abierta, pero es muy angosta

Jesús nos llama a la reflexión de los que entran y de los que se quedan fuera.

Lucas 13:24-30

24 Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.

25 Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois.

26 Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste.

27 Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad.

28 Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos.

29 Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.

30 Y he aquí, hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros.

La vida de un cristiano es una batalla de todos los días para entrar por la puerta estrecha.

Es la puerta de sometimiento a la disciplina del Señor, para entrar por ella se necesita de todo esfuerzo y renuncia a todo lo mundano y pecaminoso.

Es decir cerrar todas las otras puertas: las 7 puertas que nos conducirán al infierno

Lucas 14:33

Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

La salvación que nos ofrece nuestro Señor es eterna y se la debe ir cultivando todos los días aquí en la tierra mientras Él nos permita estar.

Además, se lo muestra todos los días agradando al Señor en todo, la fe en nuestro Señor nos tiene que hacer confrontar todos los días.

La puerta del Espíritu Santo

Es decir una persona salva, que dice creer en Dios se esfuerza todos los días por agradar al Maestro, se esfuerza para morir a los placeres de esta carne.

Al entrar por esta puerta vamos a encontrar: amor, gozo, paz paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, como está escrito en Su Palabra.

Gálatas 5:22-23

22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,

23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Para tener la fuerza para entrar por esta puerta lo primero que tenemos que hacer es Amar a Dios con todo y renunciar a todo.

Marcos 12:29-30

29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.

30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.

Te interesa: Amar a Dios con todo tu corazón, tu alma y tu mente

Lucas 14:33

33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

Debemos tomar muy en cuenta que muchas personas no podrán entrar por esta puerta, pues para hacerlo se necesita a Jesús, y muchos no han querido recibirlo.

Juan 10:7-11

7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.

8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas.

9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.

10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.

Consideremos que es imposible entrar al cielo por mucha Biblia que sepamos o por muchas canciones o prédicas que hayamos realizado.

Vamos a entrar al cielo si estamos justificados y en santidad, lo inmundo se queda afuera.

Es necesario tomar en cuenta que lo inmundo es todo lo que desobedece a Dios y todo lo que se hace sabiendo que es contrario a la voluntad de Dios.

Apocalipsis 21:27

No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

Si no hacemos la voluntad de Dios no entraremos por esta puerta

Imagen: Pexels

Si hemos aceptado a Cristo por un acto emotivo, y no existe una verdadera transformación en nuestra vida, es decir una renuncia al pecado y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, déjeme decirle que no podremos entrar.

El Señor dice que solo los que nos esforzamos día a día en santidad, veremos al Señor.

Hebreos 12:14

Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

Santidad es apartarse del pecado, apartarse de lo que lastima y hiere a nuestro amado Padre Celestial.

Cuidado con tener una confianza excesiva, creyendo que seremos salvos sin tener frutos dignos de arrepentimiento, todos los cuales serán rechazados ese día.

Mateo 7:21-23

21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?

23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

Hay muchos que golpearán esta puerta, creyendo tener derecho a entrar sin darse cuenta que sus caminos no eran correctos.

Recordemos que Dios mira nuestro corazón.

Proverbios 21:2

Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; Pero Jehová pesa los corazones.

Proverbios 14:12

Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte.

Habrá muchas personas que llegarán hasta las mismas puertas del cielo a golpear para entrar, pero no podrán hacerlo.

Dios conoce a los suyos y los dejará entrar, a los que hayamos renunciado al pecado, y hagamos su voluntad.

1 Corintios 8:3

Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él.

Teniendo a Jesús podremos entrar e incluso podemos lograrlo todo, Él Señor nos hace reverdecer, nos da las fuerzas para seguir adelante; sin Jesús estamos perdidos y condenados.

Mi Señor nos ve con misericordia por eso todavía hay oportunidad de ser incluidos a ese amoroso plan de salvación.

Por ello, amados hermanos amemos al Señor, reconozcamos que Él es nuestro único Salvador y Señor y entreguémosle nuestro corazón.

Hagamos su Santa voluntad, para ser considerados dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor.

Te interesa: ¿Qué vamos a hacer cuando estemos en el cielo?

Tomemos muy en cuenta que pronto Dios cerrará la puerta y nadie la podrá abrir. Así que mientras aún está abierta tenemos oportunidad.

Será terrible el dolor del castigo de nuestra hipocresía religiosa.

Por no tener un corazón recto delante de Dios muchos serán excluidos

Hechos 8:21

No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios.

Debemos orar por todo el mundo para que se salven y puedan disfrutar las promesas de nuestro Dios.

Así hemos conocido la manera correcta de entrar por la puerta estrecha y no quedarnos fuera.

Aún su gracia nos permite ser digno de estar en su presencia.

¿Y tú qué esperas?

Fuente: Casa de Oración Dile a un Amigo

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