in

¿Conoces realmente lo que significa una parábola bíblica?

Comparte el amor de Cristo

Para muchos, las parábolas son simplemente fábulas ficticias con algún mensaje pero que no guardan ningún significado real.

Si bien es cierto las parábolas son narraciones imaginarias, pero encierran un enorme mensaje de contenido moral, además de una tremenda enseñanza para nuestra vida cotidiana.

Qué es una parábola

Una parábola es, literalmente, algo que se «coloca al lado» de otra cosa. Las parábolas de Jesús fueron historias que se «colocaron al lado» de una verdad con el fin de ilustrar esa verdad.

Sus parábolas eran ayudas de enseñanza y se pueden considerar como analogías extendidas o comparaciones inspiradas.

Una descripción común de una parábola es que es una historia terrenal con un significado celestial.

En otras palabras, una parábola es una experiencia terrenal con una enseñanza eterna, podríamos decir que es un diario vivir, un ejemplo de la vida cotidiana, pero con una enseñanza eterna.

Jesús enseñaba a través de parábolas

Nuestro amado Señor Jesús durante un tiempo en Su ministerio se apoyó mucho en las parábolas. Contó muchas de ellas.

En el libro del Evangelio de Mateo 13:10-17 nos dice la Palabra

Mateo 13:10-17

10 Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?
11 El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado.
12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
13 Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.
14 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis.
15 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado sus ojos; Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con el corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane.
16 Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.
17 Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.

Jesús explicó que Su uso de las parábolas tenía un doble propósito: revelar la verdad a los que querían conocerla y ocultar la verdad a los que eran indiferentes.

En el capítulo 12 del Evangelio de Mateo, los fariseos habían rechazado públicamente a su Mesías y blasfemaron contra el Espíritu Santo

Mateo 12:22-32

22 Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba.
23 Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David?
24 Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios.
25 Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.
26 Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino?
27 Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.
28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.
29 Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa.
30 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.
31 Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.
32 A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.

Cumplieron la profecía de Isaías sobre un pueblo de corazón duro y espiritualmente ciego. Isaías 6:9-10

La respuesta de Jesús fue comenzar a enseñar en parábolas. Aquellos que, como los fariseos, tenían un prejuicio preconcebido contra la enseñanza del Señor, considerarían las parábolas como una tontería irrelevante.

Aquellos que realmente buscan la verdad entienden las parábolas

Nuestro amado Maestro Jesús se aseguró de que Sus discípulos entendieran el significado de sus parábolas, así está escrito en Marcos 4:34 “Y sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo.”

La interpretación de una parábola puede presentar algunos desafíos, pero dentro de las mismas Escrituras como en la Parábola del Sembrador, nuestro Señor Jesús explica está parábola.

Comparar la Escritura con la Escritura

Este principio básico de la hermenéutica es invaluable cuando se estudian las parábolas. Las parábolas de Jesús nunca se contradicen con el resto de la Palabra de Dios, la cual vino a expresar. Evangelio de Juan 12:49

Juan 12:49

49 Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.

Las parábolas están destinadas a ilustrar la doctrina, y las enseñanzas que Jesús reveló son claramente enseñadas en otras partes de la Biblia.

Podemos ver que nuestro Amado Señor Jesús dice al finalizar la parábola del sembrador, en el evangelio de Marcos 4:9 “Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.”

Esta frase fue un llamado para escuchar las parábolas, no solo como alguien que escucha una historia ordinaria, sino como alguien que busca la verdad de Dios.

Tenemos que estar siempre llenos del Espíritu Santo, y pedir que Dios nos conceda a todos los oídos para oír de verdad Su Santa Palabra.

Con información: Got Questions | A la Final Trompeta

Comenta esto con tus amigos

Comparte el amor de Cristo

Written by Jesús es mi Pana

El conocimiento de la verdad es fundamental para transformar nuestras vidas. La verdad os hará libres y la verdad es Jesús. Jesús te ama, sigue a Jesús.

El mejor regalo de Dios para nuestras vidas: La Salvación

¿Listo para juzgar y condenar a los demás? Parábola de la viga en el ojo