Jesús es mi Pana
Dos sencillas cosas desea Jesús que hagamos los seres humanos frente a la pandemia del Coronavirus y lo sabemos a la Luz de las Escrituras.
Dos mandamientos tan prácticos, tan fáciles de realizar, pero que en muchas ocasiones no sabemos aplicarlos por desconocimiento o simplemente porque guardamos mucho egoísmo en nuestro corazón.
Estos dos sencillas cosas son:
Mateo 22:37-39
37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
38 Este es el primero y grande mandamiento.
39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Dos cosas tan simples de hacer, amar a nuestro Dios por sobre todas las cosas y amar a tu prójimo como a ti mismo.
¿Es tan difícil amar a Dios?
Puede resultar muy difícil amar a nuestro Dios por desconocimiento y esto es resultado de estar sujeto a una simple religión y no a una relación plena con Jesús. O también a un desconocimiento total cuando ni siquiera estás en una religión.
Cuando conoces a Dios a la Luz de la Biblia, la cosa cambia radicalmente, sabes qué es lo quiere Jesús de tu vida, sabes con certeza qué es lo que debes hacer con tu vida y conoces verdaderamente al Dios que te puede salvar, y con mayor razón si tienes la posibilidad de conocerlo desde joven, porque no solo salvas tu alma, sino tu vida.
¿Acaso puedes llegar a amar a alguien que no conoces? Por ejemplo, ¿amarías a tu pareja o te casarías ciegamente sin conocerlo o conocerla? ¿Amarías a tu papá o mamá, si nunca lo has visto, ni conocido? ¿Amarías a tus hijos, si nunca compartiste ni un solo instante? En esta última frase hay una gran diferencia con nuestro Dios, Él sí nos ama a todos, pese a nuestro comportamiento, quienes no reconocemos este amor somos nosotros, necios y soberbios.
¿Es difícil amar a nuestro prójimo?
¿Se te hace difícil amar a tu prójimo? Si se te hace difícil estás en serias dificultades, en primer lugar por el hecho de desobedecer a Dios y en segundo lugar, aunque no creas en Dios o vivas una simple religión, ¿cuál es el problema de amar a tu prójimo? ¿de ser solidario, de compartir, de pensar en los demás?
Ante esta crisis del coronavirus, es increíble el comportamiento de las personas, aún con las medidas dictadas por los gobiernos para evitar que se propague el COVID19, los ciudadanos de algunos países hicieron caso omiso de las advertencias y no pensaron en las consecuencias; ahora están viviendo un infierno por su desobediencia.
¿Sabías que la desobediencia a Dios también te trae consecuencias nefastas tarde o temprano?
Asimismo, la Obediencia a Dios te trae sobreabundante Bendición y Prosperidad.
También cuando vives una simple religión es un verdadero problema porque precisamente no conoces las enseñanzas del verdadero maestro, Jesús; por ejemplo, musulmanes radicales, a ellos no les importa la vida de los demás, si aceptas ser musulmán, te salvas, sino te mueres.
En otras religiones sale a relucir el egoísmo, doctrinas absurdas y demás conocimientos alejados de la verdad de Dios, porque la verdad de Dios se encuentra solo en Las Escrituras y claramente Jesús lo dijo:
Juan 14:6
6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Por ello cuán importante es conocer a Jesús a la Luz de la Biblia, para saber que estos dos mandamientos sencillos que nos pide hacer lo podemos cumplir sin ningún problema y estamos completamente seguros que viviríamos mucho mejor como seres humanos.
Hoy que atravesamos esta pandemia del coronavirus, debemos poner en práctica estas dos sencillas cosas, y en este marco te compartimos 3 puntos claves para llevarlo a cabo.
1. Comunicación
Debemos hablar con Dios todos los días, manteniendo ese ritmo diario de oración y lectura de la Biblia. Si nunca has hecho esto antes o lo has dejado, ahora es el momento de comenzar de nuevo o comenzar por primera vez. Hay todo tipo de aplicaciones útiles de lectura de la Biblia que puedes usar para ayudarte, o escudriñando el propio libro físico de la Biblia. Amar a Dios por completo siempre implicará hablar con Él.
2. Honestidad
Debemos ser honestos con Dios en estos tiempos. No solo repetir las frases cristianas o versículos, sino aplicarlos, ser honestos, si decimos confiar en Dios, por qué no lo hacemos.
Todos esos miedos, ansiedades, preocupaciones y dudas que tenemos durante esta pandemia, podemos llevarlos a Dios de manera abierta y honesta.
3. El día del Señor
En la medida en que las circunstancias lo permitan, debemos mantener ese patrón regular de un día en siete, generalmente el domingo, como el Día del Señor, porque el amor por el Señor siempre trae amor por su pueblo. Aunque sabemos que todos los días podemos clamar a Dios, «orad sin cesar» dice 1 Tesalonicensese 5:17.
Por lo tanto, no cederemos innecesariamente al miedo, sino que seguiremos reuniéndonos con otros todos los domingos a menos que el consejo médico o las restricciones de salud del gobierno lo hagan imposible. Y si ese es el caso, aún podemos reunirnos en familia al menos, y clamar, no dejando de escuchar la Palabra de Dios.
Hay muchas iglesias de Sana Doctrina que gracias a Dios tienen servicio de Internet y puedes conectarte para escuchar la Poderosa Palabra de Jesús.
Entonces vamos a cumplir con estas dos sencillas cosas que Jesús quiere que hagamos, pero no solo durante esta crisis del coronavirus, sino siempre y todo el tiempo a la Luz de la Biblia.
