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María y su ejemplo de sumisión a la voluntad de Dios

Virgen María
Imagen captada de la película La Pasión de Cristo
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María fue una persona terrenal, al igual que todos quienes hemos nacido en esta Tierra. La gran diferencia que tenemos con ella es que fue elegida por Dios para cumplir su propósito. Jesús debía nacer del vientre puro de María y efectuar su plan de salvación de los pecadores.

María fue tan humana como nosotros, por ello tuvo pánico cuando el arcángel Gabriel se le presentó para informarle lo que ella debía hacer.

Además, María siendo de carne y hueso y con todos los defectos y virtudes que los seres humanos tenemos, se destacó de todos nosotros por algo muy importante, la sumisión a Dios, algo que a la gran mayoría de nosotros hoy en día nos cuesta asumir, ponemos miles de pretextos para no conectarnos con Él, hacemos lo que sea para evadir su Palabra, sus designios, y creemos que con solo asistir los domingos a un sitio religioso, es más que suficiente.

Toda la vida de María se destacó por hacer la voluntad de Dios, por tener un corazón sumiso, humilde, lleno de sabiduría, alegría y regocijo ante los propósitos del Creador. Luego de haber concebido a Jesús sin haber conocido varón, también entregó su vida a su esposo y luego a toda su familia, pues como es obvio consumó su matrimonio y tuvo otros hijos, lo cual no quiere decir que perdió sus facultades de pureza.

María sigue siendo un ser de admiración, por su alma pura, por su camino de sumisión a Dios, por su entrega a su familia, por su irrestricto amor al Ser Supremo y a los demás y no como cierta iglesia la quiere hacer ver como una persona que no cometió pecado alguno, y que por ello es inmaculada. Recuerda que alcanzar un nivel de pureza en tu alma no te exime de haber cometido pecados o que los sigas cometiendo, incluso sin darte cuenta. Todos somos pecadores. Además esta iglesia te induce a adorarla, como si fuera una diosa, creando estatuas para prenderle velitas e idolatrarla. ¡Tamaña blasfemia!

María está junto a Dios, como cualquier otro ser que en su vida terrenal estuvo apegado a la voluntad de Dios, pero no podemos compararla con el Padre, las oraciones deben ser dirigidas solo al Padre, a Jesús, pues su Palabra lo determina a través de la Biblia y si creemos en Dios, pues debemos creer en su Palabra. ¿Verdad?

Imagínate que te dirijas a María para pedir algún favor o para elevar oraciones, insistimos, sería una blasfemia; recuerda lo que dijo Jesús: «Nadie viene al Padre sino por mi», Él es el único a quien deben dirigirse nuestras oraciones. María debe estar muy triste sabiendo que tanta gente está confundida y comparándola con el Creador del Universo.


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María, como cualquier otra madre, estuvo muy apesadumbrada por todo lo que acontecía en aquella época con Jesús, cuando estuvo frente a Pilatos, cuando todos quienes lo aclamaban en días anteriores, ahora lo condenaban y encima pedían la libertad de un delincuente. Cuando observaba sin poder hacer nada el caminar de Jesús llevando su cruz, la cruz de nuestros pecados, la cruz que representó un acto de amor hacia toda la humanidad; cuando lo clavaron en esa cruz, cuando expiró, cuando lo bajaron y creía que todo había terminado allí.

Pero también se sorprendió cuando resucitó al tercer día y vive por siempre, venciendo a la muerte y dándonos la victoria a todos quienes creemos en Jesús.

María, la madre terrenal de Jesús, fue un ejemplo de sumisión hacia Dios, fue una madre ejemplar para Cristo, pero de allí a idolatrarla, representarla o compararla con Dios, es una alta traición hacia nuestro Creador.

Lucas 1:26-38

26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.
28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: !Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.
29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta.
30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.
31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.
32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;
33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.
35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
36 Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril;
37 porque nada hay imposible para Dios.
38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.

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Imagen principal captada de la película La Pasión de Cristo

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Written by Joe

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