in

Qué significa la Parábola de la oveja perdida Bien Explicado

Comparte el amor de Cristo

La Parábola de la Oveja Perdida guarda relación con quienes han desviado su camino para entregarse al pecado, no obstante Jesús tiene compasión y los busca para volver al redil.

Esta parábola la vamos encontrar en el Santo Evangelio según San Mateo y en el Santo Evangelio según San Lucas

Lucas 15:1-7

1 Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle,
2 y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.
Entonces él les refirió esta parábola, diciendo:
4 ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
5 Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso;
6 y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.
7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

Mateo 18:10-14

10 Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.
11 Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.
12 ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado?
13 Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron.
14 Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.

La Parábola nos refiere también al hecho de desechar la codicia, el egoísmo, la comodidad, para salir a buscar a quienes están perdidos, porque no solo es el deber Jesucristo, que en su momento ya lo hizo o de los predicadores de sana Doctrina que lo siguen haciendo, sino de todos quienes decimos ser cristianos.

Parábola de la Oveja Perdida

El mensaje que nuestro Maestro compartió en aquél entonces, fue y es contundente, por ello muchas personas querían escucharle, pero entre ellos también estaban quienes murmuraban contra Jesús.

La versión en Mateo de esta parábola fue dirigida a los discípulos que rodeaban a Jesús, sus cercanos, sus seguidores más fieles; y la versión de Lucas, fue dirigida en respuesta a los fariseos y escribas que murmuraban contra Jesús porque Él comía con pecadores.

Pero esta parábola también es para confrontar el legalismo religioso, pues algunos religiosos no solo de ese entonces sino de hoy, se creen superiores a los demás; Con esta parábola nuestro Amado Jesucristo nos da su mensaje profundo: el de no despreciar a los demás.

Muchos de los religiosos se escuchan idéntico a los ateos cuando dicen “yo no necesito ir a la iglesia, porque yo no soy como esos hipócritas, yo no mato, no fumo, no tomo, por poco y se creen dioses.

Cuando pecamos y nos arrepentimos de corazón, nuestro amado Señor Jesucristo nos levanta, Él no nos condena, pero lamentablemente muchas veces un pecador se siente condenado por los propios hermanos cristianos que, en vez de ayudarlo a levantarse, no solo lo condenan, sino que lo castigan, lo basurean y lo expulsan de la iglesia.

Cuando escuchamos la Palabra de Dios en Mateo 18:10 ”no menospreciéis a uno de estos pequeños” muchos creen que está hablando de los niños, pero aquí está hablando literalmente de los pequeños recién nacidos en la Fe, de que quienes empiezan a conocer a Jesucristo, es decir, son bebes espirituales porque han nacido de nuevo como dice:

2 Corintios 5:17

17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Juan 3:1-3

1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.
2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

Hay gente que son piedra de tropiezo para las personas que están recién empezando en el Evangelio, no olvidemos que al decir “pequeños” no está hablando de niños pues los niños no se pierden, Jesucristo mismo dijo que de los niños es el reino de los cielos.

Marcos 10:13-16

13 Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban.
14 Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.
15 De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
16 Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.

La peor mentira es decir que un niño que se muere se va al limbo, que si no se ha bautizado el niño no puede entrar en el cielo cuando nuestro Señor Jesucristo dice que de los niños es el Reino de Dios.

Jesús nos advierte que no seamos piedras de tropiezo

El Señor nos advierte y nos dice que tengamos mucho cuidado de ser piedra de tropiezo con las personas que recién comienzan a creer, los llama pequeños no solamente porque nacen de nuevo sino también porque son de una condición humilde

Aquí está hablando que los grandes son quienes ostentan el poder, quienes tienen grandes riquezas, quienes de una u otra manera son famosos, pero que todos ellos no tienen un ápice de humildad: Dios no te niega la oportunidad de tener riquezas, siempre y cuando las utilices de la mejor manera para compartir, repartir y ayudar a los más necesitados

Y cuando habla de los pequeños se refiere precisamente a los humildes.

Esta parábola es para aprender doctrina, y la doctrina nos enseña que debemos tener mucho cuidado con menospreciar a una persona porque es de diferente estatus social que el nuestro, cuidado con creernos superior.

Santiago 2:1-9

1 Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas.
2 Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso,
3 y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado;
4 ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?
5 Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?
6 Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales?
7 ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros?
8 Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis;
9 pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores.

Nuestro Señor Jesucristo siempre andaba con los pecadores, pues a eso vino, a salvar al que se había perdido.

Miqueas 4:6-8

6 En aquel día, dice Jehová, juntaré la que cojea, y recogeré la descarriada, y a la que afligí;
7 y pondré a la coja como remanente, y a la descarriada como nación robusta; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sion desde ahora y para siempre.
8 Y tú, oh torre del rebaño, fortaleza de la hija de Sion, hasta ti vendrá el señorío primero, el reino de la hija de Jerusalén.

Sofonías 3:17-20

17 Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.
18 Reuniré a los fastidiados por causa del largo tiempo; tuyos fueron, para quienes el oprobio de ella era una carga.
19 He aquí, en aquel tiempo yo apremiaré a todos tus opresores; y salvaré a la que cojea, y recogeré la descarriada; y os pondré por alabanza y por renombre en toda la tierra.
20 En aquel tiempo yo os traeré, en aquel tiempo os reuniré yo; pues os pondré para renombre y para alabanza entre todos los pueblos de la tierra, cuando levante vuestro cautiverio delante de vuestros ojos, dice Jehová.

Dejemos el legalismo de una buena vez

En ocasiones no nos damos cuenta que con nuestro legalismo alejamos a las ovejas y el Señor nos advierte de no ser piedra de tropiezo.

Nosotros no encontramos a Dios, es Dios quien nos encuentra porque nosotros somos los perdidos no mi Señor, nosotros somos “la oveja perdida”, llena de lodo, de frío, de cansancio, agotados, y llega nuestro pastor y nos dice como está escrito en

La religión te fatiga, te cansa; el legalismo te oprime, te pone cargas pesadas; pero una relación con Jesús nos sana, nos limpia, nos da esperanza y por eso, así como El Señor lo hace con nosotros tengamos mucho cuidado que nuestros comentarios o nuestra religiosidad sea piedra de tropiezo para que un pequeñito que cree en Jesús se aparte y se vuelva al mundo.

¿Por qué el número 100?

Debemos tener en cuenta un antecedente importante, el número 100 no es un número antojadizo, los rebaños podían constituirse para las personas de escasos recursos, que tenían 20 o tal vez 10 ovejas o quizá menos

Asimismo, había familias ricas que tenían de 200 en adelante, otras familias en cambio llegaban a tener hasta 100 ovejas, así que el número 100 es utilizado para ilustrar a una persona que no es rico, pero tampoco es pobre, sino con un estatus económico medio.

Este mensaje va dirigido a esa gente que está en la mitad y que se esfuerza legítimamente por algo.

La oveja perdida podemos ser cualquiera de nosotros, que nos extraviamos consciente o inconscientemente, es decir nos alejamos de Dios.

Qué significa “descarriado”

Un término significativo es “descarriado”, especialmente si tomamos en cuenta lo que nos dice en Mateo.

Mateo 18:13

13 Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron.

Si analizamos el Salmo 119:67, nos damos cuenta que el Señor humilló al salmista, y el salmista por medio de lo que Dios hizo en su vida, decidió guardar Su Palabra.

Salmo 119:67

67 Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra.

Si nosotros nos hemos descarriado y Dios nos ha humillado, y no volvemos a guardar La Palabra de Dios, de nada ha servido lo que ha pasado en nuestra vida; pero si nos sentimos humillados ahora por causa de que nos hemos descarriado, alabemos al Señor y guardemos su Palabra.

Este pensamiento que tiene aquí el salmista en el Salmo 119, está también en 1 Pedro 2:25 «Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.»

Aquí está hablando de una analogía, éramos como ovejas, el ser humano está comparado aquí como ovejas, pero hemos vuelto al obispo de nuestras almas, al pastor de nuestras almas.

Jesús vino a pastorear nuestras almas, vino a cambiar nuestros sentimientos poniendo sus mandamientos para que no estemos caminando en lo que nosotros creemos que está bien, sino en lo que Él radicalmente dice que está bien.

Los falsos pastores descarrían a las ovejas

Ezequiel es el libro que nos enseña de la falsedad que hay en los pastores, que no son verdaderos pastores y eso tenemos que analizarlo profundamente porque una cosa es que la oveja que la tenemos en el redil, se escape, diciendo: “me voy de vacaciones al mundo” “me tomo el año sabático y ya después vuelvo”; difícilmente volverá, el que peca voluntariamente ya no tiene perdón de pecados, ni hay mas sacrifico por él; una cosa es que seamos tentados y otra muy diferente que pequemos voluntariamente.

Hay una exhortación que Dios hace en Ezequiel 34, nosotros no tenemos que ser tolerantes, hay que hablar por la Palabra de Dios, de hecho, dice la Biblia que cuando nos lleven ante los magistrados y autoridades no pensemos en lo que tengamos que decir, porque el Espíritu Santo pondrá palabra en nosotros, así que mas vale renunciar a lo que actuamos o pensamos, para que el Espíritu sea el que hable a través de nosotros.

Ezequiel 34:4

34 No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia.

Si los pastores desvían la voluntad de Dios Jeremías 50:6, el Señor mismo buscará a la oveja perdida.

Ezequiel 34:16

16 Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada; vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil; mas a la engordada y a la fuerte destruiré; las apacentaré con justicia.

¿Me acerco a Jesús para escuchar y aprender o para fastidiar?

Cuando Dios nos perdona sin tomar en cuenta nuestros pecados, eso se llama Gracia, los pastores tienen el cargo de embajadores en nombre de Cristo. Como cristianos debemos salir a buscar a las personas que están descarriadas y volverlas al camino.

A Jesús se acercaban dos tipos de personas, los publicanos y los pecadores, quienes se acercaba para buscar a Jesús y hallar en Él lo que podría llenar sus almas y de hecho lo conseguían; y, el otro tipo de personas, que solo buscaban criticar, tentar y fastidiar al Maestro.

Lucas 15:1-9

1 Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle,
2 y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.
3 Entonces él les refirió esta parábola, diciendo:
4 ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
5 Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso;
6 y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.
7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
8 ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?
9 Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido.

Debemos tomar siempre en cuenta que la fe viene por el oír y oír la Palabra de Dios.

El verdadero pastor no para hasta que encuentra a la oveja, y cuando la encuentra la pone sobre sus hombros gozoso. Lo que busca Dios en la oveja descarriada es que se arrepienta y la misión del pastor es ir a buscarla.

Regocijarse es volverse a gozar, Dios se goza cuando nos arrepentimos

Nuestro Señor no quiere que seamos religiosos legalistas que cuando alguien ha caído en una falta, en un pecado, el resto de la congregación o los hermanos en Cristo, lo condenen, lo señalen y hasta humillen o expulsen de la iglesia.

Al contrario debemos restaurar al hermano caído.

Gálatas 6:1-3

1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
3 Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña.

Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.

Mateo 18:11

Nuestro Señor Jesús se pone muy contento cuando una oveja vuelve a sus brazos y nosotros debemos ser así, ayudar al que se pierde, extenderle la mano y hacerle que vuelva a los brazos de nuestro Amado Jesús, a nuestro Dios misericordioso que está esperando abrazarnos con su infinito amor.

Debemos tener siempre presente que nuestro Dios es todo perdón, misericordia, pero también sigue siendo fuego consumidor, como lo dice claramente en: Hebreos 12:29 «porque nuestro Dios es fuego consumidor».

Es fuego consumidor cuando las personas lo rechazan, se burlan, son piedra de tropiezo para otros, adulteran, comenten delitos, en fin, y nunca se arrepienten.

Amados hermanos si estamos descarriados, volvamos a los brazos de Jesús, Él se goza con cada oveja que vuelve arrepentida.

Recordemos que no debemos juzgar al caído, todo al contrario, si vez a un hermano en esa situación extiende tu mano y ayúdalo a volver a Jesús, hagámosle sentir al caído que Dios lo está esperando y no seamos tropiezo a los que recién están empezando en los caminos del Señor.

Con información de: A la Final Trompeta | Gabriel Gila

Comenta esto con tus amigos

Comparte el amor de Cristo

Written by Jesús es mi Pana

El conocimiento de la verdad es fundamental para transformar nuestras vidas. La verdad os hará libres y la verdad es Jesús. Jesús te ama, sigue a Jesús.

China se cree dueña de la verdad y enseña que no existe Dios

Los roles del hombre y la mujer de acuerdo con la Biblia