Jesús es mi Pana
Rashel Díaz, animadora del programa «Un Nuevo Día» de Telemundo y su esposo Carlos García, cuentan como Dios ha restaurado sus vidas desde que lo conocieron y han aprendido a sobrellevar su matrimonio de la mejor manera, a pesar de sus diferencias.
En una iglesia fueron invitados para testimoniar cómo Dios los ha utilizado para restaurar sus vidas y ser luz frente a los demás.
Carlos manifiesta que Dios siempre está junto a nosotros en cualquier circunstancia «el problema está en que si lo escuchamos o no» y si tomamos el camino equivocado es difícil regresar, pero con la ayuda de Jescucristo se facilita el retorno hacia la vida plena que Él nos promete.
«Venimos de dos mundo totalmente diferentes» pero hemos aprendido a compartir, respetar y disfrutar de nuestro matrimonio, asegura Carlos.
«Sin Cristo no somos absolutamente nada» asegura la conductora de Un Nuevo Día, haciendo referencia al amor de tres, «hombre, mujer y Dios al frente de la relación» y espera que su testimonio sirva en gran medida a otras parejas o personas solas que están atravesando duros momentos.
Pero también a través de su cuenta de Instagram, la presentadora compartió un extenso mensaje en el que aseguró que la comunicación es fundamental para evitar malentendidos con su pareja:
“¡La pareja perfecta no existe! Eso es algo que he aprendido con los años. Mi esposo y yo no somos iguales. Por eso de vez en cuando no tenemos la misma opinión. Es normal que se presenten algunos desacuerdos, pero conversando y analizando la situación, siempre lo podemos solucionar”, explicó.
“El respeto siempre debe estar presente. Escucha y respeta la opinión de tu pareja, pues esto te ayudará a analizar mejor la situación. Por último, no involucres a otras personas. Nadie tiene por qué enterarse sobre esas diferencias. La relación es de dos y solo en pareja se puede solucionar. El amor y la comprensión son fundamentales en cualquier relación”, comentó.
Escuchemos el tremendo testimonio de esta pareja que nos deja una gran lección y el conocimiento verdadero que solo Dios puede transformar vidas.
