Los terroristas islámicos continúan su persecución a cristianos que están dispuestos a defender con su vida la Palabra del Dios verdadero. Incluso niños están dispuesto a morir por Jesús porque entienden que Él es el único Salvador.
Varios niños que han vivido experiencias amargas con la persecución, han declarado que no negaran su fe en Jesús y que si es necesario morir por su causa, lo harán.
Debido a la violencia que se vive en el lugar, estos menores son víctimas de trauma catalogado en un nivel demasiado fuerte “como para que unos niños experimenten este tipo de cosas”, según palabras del presidente de la Organzación Puertas Abiertas, quienes vigilan la persecución cristiana en el mundo.
“La próxima generación de cristianos en Oriente Medio, Asia, Asia Central, en lugares como Irak y Siria, lugares como Kazajstán y Uzbekistán y Afganistán, donde jóvenes han pasado por un trauma que ningún ser humano debería tener que vivir”, dijo David Curry, presidente de Puertas Abiertas.
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“Vamos ayudar a alcanzar, reconstruir y proporcionar un contexto más profundo para estos niños, darles asistencia, el cuidado que necesitan para que podamos tener un cuerpo de Cristo fuerte y sano”, añadió.
Son los niños quienes más sufren en los ataques que se dan en estos países llenos de persecución cristiana según Curry, “Como adultos, tenemos la capacidad de ver las cosas de diferente manera, incluso en la situación más difícil, pero imagine un niño en esas circunstancias”, resaltó.
Asimismo difundió la historia de Noah, un niño iraquí víctima de la persecución, “Lo que ha vivido este mucho es como tantos otros. En medio de la noche, fue despertado por sus padres, que le dijeron: “El Estado Islámico está viniendo a atacarnos porque somos cristianos”. Entonces tuvo que dejar todo en su casa, incluso sus juguetes más preciados, y cuando volvió, todo estaba destruido”, dijo.
Menores de Occidente, se han visto en la obligación de dejarlo todo, sus pertenencias y hasta el ambiente que conocen para poder escapar de los ataques que cada vez se hacen más inminentes. “Muchas veces, vemos a los niños que viven estas situaciones, que su fe es tan profunda, porque ellos tienen que decidir cosas como: ‘¿Estoy dispuesto a morir por Jesús?’.
En la actualidad, muchos de estos niños que no pueden huir son secuestrados por el Estado Islámico y Boko Haram, quienes los obligan a pertenecer a sus filas terroristas y colocarse al frente de atentados suicidas.
