La sorprendente historia de los Rollos del mar Muerto y los esenios
Los rollos del mar Muerto, llamados también manuscritos del mar Muerto de Qumrán son una colección de 972 escritos de la Biblia hebrea, se los conoce así porque se hallaron en las cuevas de Qumrán entre 1947 y 1956 al este de Jerusalén.
Estos pergaminos y papiros fueron encontrados en 11 cuevas de las casi 300 inspecciones en Qumrán, en el desierto de Judea, en Cisjordania.
Datan de aproximadamente 250 años A J.C. a 66 D.J.C. y están redactados en hebreo, arameo y unos pocos en griego. El único libro del Antiguo Testamento que no aparece en este hallazgo es el Libro de Ester, tampoco sean encontrado parte de Nehemías.
Los rollos confirman una vez más la veracidad de los hechos históricos del pueblo judío y como se va tejiendo la historia de la humanidad desde su origen.
Entre los manuscritos están libros considerados fuera del canon de la Tanak además de comentarios, calendarios, oraciones y normas de una comunidad religiosa judía específica, conocida como los esenios, de acuerdo con historiadores y estudiosos bíblicos.
Los rollos de Qumrán es su mayoría aparecen en el Museo de Israel y en el Museo de Rockefeller de Jerusalén, otra parte en el museo Arqueológico de Jordania en Ammán. Varios de los fragmentos también están guardados en la biblioteca Nacional de Francia en París y en manos privadas en Noruega.
Algunas evidencias bíblicas ya se habían encontrado anteriormente en esta región en el año 217 y también en el siglo IX.
Un hallazgo que no fue valorado por sus descubridores
Los pastores beduinos que los habían descubierto no sabían lo que tenían entre sus manos. Encontraron diez tinajas de barro con tapa y en una de ellas había tres manuscritos enrollados.
Más adelante, en otra visita hallaron otros cuatro rollos, pero los vendieron a varios comerciantes de Belén.
Tres de estos rollos fueron comprados por el profesor Eleazar Sukenik, de la Universidad Hebrea, los otros cuatro fueron adquiridos por el arzobispo Atharesius Yeshue Samuel (Atanasio Josué Samuel), del monasterio Siriaco ortodoxo de Jerusalén.
Al inicio de la guerra por el nacimiento del Estado Israelí el prelado huyó con sus manuscritos a EE.UU. Allí los puso inicialmente a la venta por un millón de dólares, pero nadie los compró.
Luego de un tiempo colocó un anuncio en el Wall Street Journal rebajando el precio, y el arqueólogo Yigael Yadir los compró en secreto para el Estado de Israel pro $250.000. Una compra que el Primer Ministro hebreo, Mashe Sharett, anunció en febrero de 1955.
El sorprendente contenido de los rollos de Qumrán
Estos rollos no solo sorprenden por su contenido bíblico exacto de lo que hoy conocemos de las Sagradas Escrituras, sino también porque han permanecido bien conservadas por unos 1.900 años.
Uno de los libros que aparece de manera completa es el de Isaías que data del segundo siglo antes de Cristo. Resulta interesante saber que es mil años mayor que cualquier otro documento de la Escritura hebrea antes de 1947.
Los textos son sorprendentemente similares a los documentos que ya tenemos, como lo habíamos mencionado antes. Las variaciones son menos de 2% y no se altera una sola enseñanza o doctrina Bíblica que tenemos.
Por ende, los Rollos del Mar Muerto proporcionan un apoyo convincente a la autenticidad de la revelación de Dios que nos ha sido dada en la Biblia.
Un manuscrito revela la salida de Noe tras el diluvio
Uno de los pergaminos que componen los Rollos de Mar Muerto de los siete primeros encontrados en 1947, fue expuesto en 2018 y contienen texto referente al fin del diluvio y la salida de Noe del arca.
Este manuscrito data del siglo I A.J.C. y recoge del capítulo 5 del Génesis al 15. Una parte de la Biblia en la que se habla de Abraham y de Noe, pero contada con algunas diferencias de lo que conocemos.
¿Quiénes eran los esenios?
Se dice que María, la madre terrenal de Jesús, era afiliada a los esenios. En la infancia del Mesías en medio de tantas inquietudes elle le habría dicho: “En su día, los sabios esenios, los solitarios del Monte Carmelo y del Mar Muerto te responderán” (Libro Los grandes Iniciados, Édouard Schuré, Pgs: 293,295)
Los esenios eran los miembros de una separación judía, establecida probablemente desde mediados del siglo II A.J.C., tras la revuelta de Los Macabeos y cuya existencia hasta el siglo I está documentada por distintas fuentes.
En la comunidad religiosa de los esenios daban prioridad a la Palabra de Dios, se revelaban interpretaciones de los libros de Moisés y de los profetas.
Según filósofos e historiadores, fue allí donde Jesús habría estado desde su adolescencia hasta su aparición en público cuando recibe el bautismo de Juan.
Los esenios creían ser parte del “remanente de “Jahvé”, la verdadera congregación de Israel, fieles al pacto, los verdaderos herederos del pueblo judío en el tiempo de Moisés. Y de acuerdo con las profecías reveladas en Isaías, Zacarías, Daniel, esperaban con ansia al Mesías.
Los esenios poseían sus propios libros con conocimiento de salud y en los escritos de los antiguos estudiaban que cosas podían beneficiar al cuerpo y al espíritu, concretamente a las virtudes curativas de las raíces medicinales y de las propiedades de las piedras.
Josefo afirma que las predicciones de los esenios en su gran mayoría se cumplían y en lo referente a sus doctrinas, de la que más se habla es la inmortalidad del alma.
Según el historiador, ellos sostenían que el cuerpo es perecedero pero el alma inmortal.
Schuré, asegura en su libro, “Jesús y Jesús y los esenios”, que Jesús pasó “una serie de años entre los esenios, se sometió a su disciplina, estudio con ellos los secretos de la naturaleza y se ejercitó en la terapéutica oculta. Dominó por completo sus sentidos para desarrollar su espíritu”, mencionando que cumplió su iniciación en bases a las doctrinas de esta comunidad religiosa.
“Fueron los esenios quienes prepararon el terreno espiritual para la llegada del Mesías y quienes bajo la guía y dirección de los Ángeles pusieron su sabiduría secreta al servicio de la humanidad”. (https://holistico.es/quienes-eran-los-esenios/)
Al respecto, hay quienes han querido ver semejanzas entre el “Maestro de Justicia”, (así se lo denominaba a la personalidad notable de la comunidad esenia de Qumrán) y Jesús, no obstante, este Maestro dispersaba una enseñanza esotérica al grupo de os elegidos celosamente en el interior de la comunidad.
En cambio, Jesús predicaba a multitudes, buscaba la compañía de pecadores para ganarlos a la fe, interpretando y haciendo más flexibles los preceptos mosaicos.
Precisamente muchos de los puntos principales del Evangelio de Jesús, son opuestos a la doctrina esenia.
La doctrina de Jesús se opondría a los esenios
Según el teólogo Jaime Vázquez, “es imposible que Jesús tuviera algún tipo de relación con el grupo de Qumrán, porque la doctrina y el mensaje de Jesús están en oposición radical a lo que hacen los esenios.
Las doctrinas del Maestro de Justicia, que algunos quisieron identificar con Jesús son justamente las contrarias a las del Mesías.” https://funciondeloaltojimdofree.com/el-mundo-en-que-jesus-vivio/quienes-eran-los-esenios/
Pero a Vázquez, si le llama la atención que Jesús nunca habló de este grupo religioso, aunque si de los religiosos de Jerusalén, a quienes les confrontaba con la verdad.
Si no habló de los esenios, fue probablemente porque no quería dar crédito a nadie. La Gloria y la Honra solo a Dios, además el mismo es Dios.
Quizá Jesús conoció a los esenios, cuando se retiró al desierto y fue camino de Jericó “paso por fuerza donde hoy se encuentran las ruinas de Qumrán”. https://unciondeloalto.jimdofree.com/el-mundo-en-que-jesus-vivio/quienes-eran-los-esenios/
Cabe destacar que esta comunidad tenía varios asentamientos a orillas del mar Muerto, tenía el anhelo representar las genuinas tradiciones judías. Sus miembros (clero y laicado) formaban el verdadero Israel y mantenían la agrupación simbólica en doce tribus.