Cuando Dios advierte algo, tenlo por seguro que lo cumple. Él jamás miente. Jesús anunció que el Templo y Jerusalén serían destruidos, pero no le creyeron y esta décima profecía se cumplió.
Mateo 24:15-21
15 Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda),
16 entonces los que estén en Judea, huyan a los montes.
17 El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa;
18 y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.
19 Mas !!ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!
20 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo;
21 porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.
Jesús recordaba a sus discípulos una profecía de Daniel que debía cumplirse en sus tiempos, una advertencia que fue escrita al menos 534 años antes de Cristo.
Daniel 9:26-27
26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.
27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.
Esta profecía manifestaba que el templo y Jerusalén serían destruidos
Daniel 11:31
Y se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desoladora.
Esta profecía vino como consecuencia del rechazo de los judíos a Jesús y de pedir maldición sobre ellos.
Mateo 27:25-26
25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.
26 Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado.
Recordemos lo que hemos leído al comienzo de esta información en Mateo 24:15-21, donde Jesús hace una seria advertencia para quienes sí lo aceptaron y se salven porque vendrá la destrucción.
Jesús ratifica que el templo y Jerusalén serán destruidos
Mateo 24:1-2
1 Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo.
2 Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.
Y en efecto en el año 70 después de Cristo, el general Tito entró en Jerusalén y arrasó con la ciudad. De la manera más cruel asesinó a cuanta persona se puso por delante.
La historia sostiene que este general y sus hombres mataba a sangre fría a las mujeres embarazadas, asimismo a los recién nacidos los agarraba de los pies y los lanzaba contra la pared.
Precisamente puedes leer:
El hermoso templo y sus edificios fueron reducidos a escombros tal como lo dijo Jesús.
Desde ese año y hasta 1948 los judíos anduvieron errantes, cuyo período se lo conoce como la diáspora judía.
Esa maldición que ellos mismos se impusieron (Mateo 25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos) fue la causa de todo este pesar hasta el punto del casi exterminio del pueblo judío, entre persecuciones, asesinatos y más.
No olvidemos el holocausto judío a cargo del nazi Adolf Hitler, donde aproximadamente 1,5 millones de judíos fueron asesinados en sólo 100 días, tanto en cámara de gas como en fusilamientos fuera de los campos de exterminio, tras la orden de «acelerar las acciones»
En agosto, septiembre y octubre de 1942 se perpetraron alrededor de 500.000 asesinatos cada mes, es decir, unas 15.000 muertes al día.
Por ello, el pueblo judío es un ejemplo de lo que es vivir una una religión, pero lejos de Dios
Lo que viene es terrible si rechazas a Jesús
Pero lo que viene es tan horrendo para los que rechazan a Jesús y la verdadera Palabra de Dios
Mateo 24:21
21 porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.
¿Qué pasará durante la gran tribulación y cómo podremos escapar?
Mi amiga, mi amigo, solo aceptando a Jesús como nuestro verdadero Salvador, estaremos precisamente a salvo de todo lo que se viene, que en realidad ya lo estamos viviendo con diferentes situaciones adversas: desolación, promoción abierta del aborto, matrimonios igualitarios, suicidios asistidos, violencia extrema, secuestros, violaciones, asesinatos, narcotráfico, tráficos de personas, tráfico de órganos, en fin.
IMAGEN DE PORTADA: Jerusalén bajo el fuego. Esta litografía de Robert Davis, del siglo XIX, recrea la conquista de Jerusalén por las legiones romanas al mando de Tito, hijo del emperador Vespasiano, en el año 70 d.C.
Fuente de la Imagen: National Geographic