Debemos estar listos y preparados para cuando surja un terremoto o catástrofe, especialmente con un kit de supervivencia, sin embargo, también debemos estar preparados para la segunda venida de Nuestro Señor Jesucristo.
Muchos aún dudan de este magno acontecimiento porque se ha escuchado desde hace siglos atrás y no sucede todavía, pero ¿te has puesto a pensar qué pasaría si en este instante sucediera el arrebatamiento? ¿Cuántos se quedarían? Empezando por tu familia ¿verdad? ¿Desearías que los tuyos se queden a sufrir cosas horrendas o quien sabe desciendan al infierno?
Nos hemos preparado para hacerle frente a la pandemia del coronavirus, pero no para el arrebatamiento, no para la muerte, a la cual no deberías tenerle miedo si caminas con Jesús, pero sí debes tenerle terror a morir sin Cristo.
Vemos en Dios mucha benevolencia hasta el momento, no obstante, gran cantidad de personas en el mundo se niegan a creer, como en los tiempos de Noe y ya sabemos lo que sucedió en aquella época.
Mi señor Jesús nos anima a estar listos y preparados para escapar de las cosas terroríficas que vendrán.
Lucas 21:36
26 Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.
Nos recuerda que en cualquier momento Él puede venir por nosotros y debemos estar dispuestos.
Lucas 12:40
26 Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.
No hay nada tan traumático y terrorífico que un movimiento sísmico aún de poca magnitud nos ponemos tensos, mucho peor cuando sucede un terremoto de grandes proporciones.
Mucha gente no lo cree, pero a veces Dios se manifiesta con estas cosas por nuestra maldad, aunque los científicos lo nieguen y señalen que son las capas tectónicas las que produjeron la catástrofe.
Isaías 29:6
6 Por Jehová de los ejércitos serás visitada con truenos, con terremotos y con gran ruido, con torbellino y tempestad, y llama de fuego consumidor.
Dios advierte su juicio con anticipación para que nos arrepintamos.
Amos 1:1
1 Las palabras de Amós, que fue uno de los pastores de Tecoa, que profetizó acerca de Israel en días de Uzías rey de Judá y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto.
No estén confiados en que Jesús tarda en su venida, lo que él promete y advierte se cumple porque se cumple.
Habacuc 2:3
3 Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.
La sexta profecía de Jesús sobre los últimos tiempos es el aumento de terremotos que destruyen poblaciones enteras, miles de personas y edificaciones que aparentemente resisten a los sismos.
Mateo 24:3-8
Señales antes del fin
3 Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?
4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.
5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
6 Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.
7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.
8 Y todo esto será principio de dolores.
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Jesús profetizó terremotos en varios lugares, pero la gente es incrédula y cuando sucede ahí sí empiezan a glorificar a Dios, pedir perdón y orar noche y día para que no vuelva a suceder.
Cuando pasó la desgracia de 2016 en Manabí, Ecuador, toda la gente pasó de la diversión y la vida mundana que llevaba a un campo de oración en las ruinas, pero han pasado tres años desde ese fatídico acontecimiento y ahora se han olvidado una vez más de Dios y vuelven a su vida profana.
¿Por qué esperamos los desastres para mirar al cielo?
Mateo 27:54
54 El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios.
De hecho, en el tiempo de la gran tribulación vienen terremotos devastadores
Apocalipsis 6:12-17
12 Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre;
13 y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.
14 Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar.
15 Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes;
16 y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero;
17 porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?
Vendrán terremotos tan fuertes que destruirán ciudades enteras.
Apocalipsis 11:13-14
13 En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo.
14 El segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto.
Viene un terremoto tan fuerte que desaparecerán islas y montes.
Apocalipsis 16:15-21
15 He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su verg:uenza.
16 Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.
17 El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está.
18 Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra.
19 Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira.
20 Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.20 Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande.
En los últimos años el mundo ha sido testigo de terremotos que han dejado miles de muertos, millones de damnificados y graves daños materiales. Solo por nombrar algunos:
Tsunami en Japón 2011: Más de 20.000 muertos
Terremoto en Haití 2010: Más de 310.000 muertos
Terremoto y Tsunami en Chile 2010: Más de 500 muertos
Terremoto en Ecuador 2016: Más de 660 muertos
Terremoto en Italia 2016: Casi 300 muertos
Terremotos en Indonesia: Desde el 2004 hasta hoy más de 260.000 muertos.
Recuerda Jesús puede venir en cualquier momento o un terremoto o cualquier catástrofe puede sorprendernos en segundos, por ello debemos estar preparados, humillados ante Dios, perdonar a quien tengamos que perdonar, obrar con el bien todo el tiempo.
En definitiva, debemos estar en paz con Dios, entonces no tendremos temor de la muerte, porque la muerte es vida en Jesús.
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Los datos de los terremotos tienen su fuente en EuropaPress, Telesur, El País, Wikipedia
La información en general tiene su fuente con el Pastor Arturo Norero de Casa de Oración Dile a un Amigo.