Jesús advierte que vendrán cosas terribles, inimaginables, situaciones que jamás han ocurrido en la historia de la humanidad. Esta es la décima sexta profecía que está por cumplirse.
Conocimos cómo es la bestia en la décimo quinta profecía que está por cumplirse, así como el arrebatamiento de la iglesia como la décimo cuarta profecía, algo que lamentablemente muy pocos lo creen, aún siendo cristianos.
Asimismo tuvimos la oportunidad de conocer las trece primeras profecías que ya se cumplieron, porque lo que Dios advierte, se cumple. Hoy veremos otra de las profecías que se encuentra en las Sagradas Escrituras para que sepamos, obedezcamos y nos evitemos momentos escalofriantes.
Por ello, Jesús nos anima a ser fieles, porque ya nos falta poco para irnos a Casa.
Apocalipsis 2:10-11
10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.
Porque lo que viene es realmente terrible y para los que decidieron quedarse no habrá escapatoria (Te recuerdo que Dios no te envía al infierno, tú decides si quieres una buena vida eterna o una miserable vida de condenación)
Amós 5:18-20
18 !!Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz;
19 como el que huye de delante del león, y se encuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare su mano en la pared, y le muerde una culebra.
20 ¿No será el día de Jehová tinieblas, y no luz; oscuridad, que no tiene resplandor?
Jesús advirtió que lo que viene jamás ha ocurrido en la historia de la humanidad.
Mateo 24:21
21 porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.
Es difícil imaginar el escenario terrorífico que vivirán las personas que decidan quedarse, recuerda que cuando Dios advierte algo, se cumple. Los que se queden al fin entenderán que todo lo que se ha hablado sobre Dios es real, pero ya será demasiado tarde, no obstante aún tendrán una oportunidad de salvarse, pero no deberán confiar prácticamente en ningún humano.
Miqueas 7:5-7
5 No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu lado cuídate, no abras tu boca.
6 Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su casa.
7 Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá.
Jesús como siempre nos muestra el camino de salvación, pero nos da a conocer cómo será aquel terrible día para que tomemos las debidas precauciones y especialmente que sigamos fieles a Él.
Lucas 17:30-36
30 Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.
31 En aquel día, el que esté en la azotea, y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás.
32 Acordaos de la mujer de Lot.
33 Todo el que procure salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la salvará.
34 Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el otro será dejado.
35 Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada.
36 Dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado.
Pero hay una cosa muy triste y lamentable que Jesús nos advierte, y es que los enemigos más grande que tendremos quienes decidimos seguir a Jesucristo, no son personas extrañas o seres de nuestro alrededor como amigos, vecinos o compañeros de trabajo, son nada más y nada menos que nuestro propios familiares, sí, nuestra propia sangre.
Mateo 10:34-36
34 No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.
35 Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra;
36 y los enemigos del hombre serán los de su casa.
Las Escrituras nos advierten que nadie podrá quedarse en las ciudades, sino huir a los montes. Además quienes estén embarazadas o criando hijos pequeños, no podrán soportar la tremenda calamidad que será derramada por la tierra.
Lucas 21:21-23
21 Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella.
22 Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.
23 Mas !!ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo.
En el tiempo de la tribulación caerá una estela de hambre, dolor, muerte, terror, como jamás vistos en la historia.
Apocalipsis 6:4-8
4 Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada.
5 Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano.
6 Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino.
7 Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira.
8 Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.
En este tiempo habrán desastres naturales jamás visto en la historia, según nos advierte Jesús.
Apocalipsis 16
16 Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios.
2 Fue el primero, y derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen.
3 El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y éste se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser vivo que había en el mar.
4 El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre.
5 Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas.
6 Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen.
7 También oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.
8 El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego.
9 Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.
10 El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas,
11 y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.
12 El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente.
13 Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas;
14 pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.
15 He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.
16 Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.
17 El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está.
18 El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está.
19 Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira.
20 Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.
21Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande.
Todos quienes se queden por propia decisión, tendrán tanta angustia que desearán la muerte como sea, pero no la hallarán.
Apocalipsis 9:6
6 Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos.
Serán 7 años de terrible frustración y gran tribulación y les garantizo que no querrán quedarse.
Aún hay tiempo de arrepentirse, si todavía no has aceptado a Jesús como tu salvador es tiempo de hacerlo. No rechaces vivir bien por toda la eternidad. No lo pienses tanto y no indagues tanto sobre si existe o no el Creador del Universo, mejor conócelo a través de las Escrituras, te garantizo que cambiará tu vida.
Con información de: Pastor Arturo Norero, Casa de Oración Dile a Un Amigo