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El que tenga el Evangelio como negocio tendrá el infierno como ganancia

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Es en los últimos años que se ha proliferado la instauración de iglesias con varias denominaciones, pocas con sana doctrina, pero la gran mayoría con doctrina de demonios.

Desde hace algunas décadas atrás se inició el «negocio del evangelio» cuando se «dieron cuenta que podrían lucrar con la Palabra de Dios» ciertos «pastores» «evangelistas» o «líderes religiosos».

Pero este «negocio» no es de hoy. esta pésima práctica comienza lamentablemente muchos siglos atrás con la denominada indulgencia dentro de la religión católica.

Los primeros antecedentes de la práctica de indulgencias se remontan al siglo III. En el cristianismo antiguo, la penitencia impuesta a los pecados confesados era severa, y la correspondiente a los pecados considerados especialmente graves, como la apostasía o el homicidio, además, era pública. (Wikipedia)

Antes de esta época ya se les había ocurrido el denominado purgatorio, que bíblicamente no existe; con esta idea y con el pasar del tiempo empezaron a solicitar una cantidad de dinero a cambio de una misa por una persona fallecida y que supuestamente estaba en el purgatorio, con ello «se le pedía a Dios que le perdone para que pueda ir al cielo».

Lamentablemente estas prácticas aún siguen pese a que incluso dos papas ya se retractaron afirmando que el purgatorio no existe refiriéndose a que solo es “un fuego interior que purifica el alma del pecado”.

Cuando Lutero denunció todo esto, se inició una nueva etapa de la iglesia, tratando de difundir la verdadera Palabra de Dios y no el engaño, entonces empieza el denominado protestantismo por medio del cual se pretende difundir la verdadera doctrina; allí es cuando comienza otra gran problema.

El Evangelio como negocio

Con el pasar del tiempo muchos predicadores anunciaban el evangelio con denuedo y con ello mucha gente conoció la verdad de Jesucristo, algo que practicamente se ocultaba hasta el siglo XVI.

No obstante, algunos predicadores (lobos vestidos de ovejas), vieron en esta práctica una oportunidad no para difundir la verdadera doctrina bíblica sino para sacar partido y llenarse los bolsillos de dinero a costa de los feligreses que en su mayoría no leen la Biblia y caen en los abusos de estos pseudo pastores.

Por muchos años y hasta el día de hoy la gente no se ha sacado la venda de los ojos para ver la verdad, siguen tras los pasos de los hombres y no tras los pasos del Maestro Jesús.

De este poco o nada interés por profundizar las Escrituras, se aprovechan estos predicadores para inculcar doctrinas equivocadas, como la que ahora está en tendencia, la doctrina de la prosperidad, totalmente tergiversada.


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Te informo que para ser próspero, no necesitas dar tu dinero al pastor por el simple hecho de que te lo pida, sino que tu convicción debe ser el ayudar a los demás, así que es importante que tu iglesia presente una rendición de cuentas de lo que tus ofrendas.

Por otra parte, y mucho más importante, es la obediencia a Dios de sus mandamientos y de sus preceptos, entender cuál es el propósito de Dios para tu vida; si vives en santidad, te podrás dar cuenta de las Bendiciones de nuestro Creador para tu vida, pero si vives en desobediencia, aunque des todo tu dinero a la iglesia, jamás serás próspero.

Muchos de estos «profetas» «apóstoles» como algunos de ellos se hacen llamar han llegado a amasar fortunas incalculables a costa de difundir verdades a medias y conceptos erróneos de lo que a su parecer significa Dios.

Si bien es cierto, al momento, terrenalmente y económicamente hablando, tienen ganancias inimaginables, no es menos cierto que si insisten en tener el Evangelio como negocio, seguro tendrán el infierno como ganancia eterna.

Deuteronomio 4:2

2 No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno.

Claramente este versículo nos da una enseñanza y a la vez una orden: no debemos añadir, ni quitar absolutamente nada de la Palabra de Dios, es decir, lo que está Escrito, escrito se queda. No somos nadie para sumar, disminuir, inventarnos y peor aún para interpretar la Biblia a nuestra manera; para entender lo que dice la Sagrada Escritura, debemos pedir la Guía del Espíritu Santo.

Dios condena el amor al dinero

No se necesita mucho discernimiento teológico para darnos cuenta que la manipulación de varios pastores y su negocio en torno al Evangelio un verdadero escándalo moral para todos los cristianos.

Es oportuno aún que estos falsos profetas se arrepientan de toda esta ola de mentiras, caso contrario la Palabra de Dios está llena de citas donde se condena el amor al dinero y se advierte con dureza sobre la codicia de los pastores.

1 Timoteo 6:9

9 Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y se vuelven esclavos de sus muchos deseos. Estos afanes insensatos y dañinos hunden a la gente en la ruina y en la destrucción.

Si no dejan de mentir y enriquecerse de la fe, la destrucción y la ruina eterna les espera.

2 Pedro 2:1

1 Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.

Jesús siempre advirtió sobre falsos profetas, falsos maestros, lobos vestidos de ovejas y comerciantes de la fe, por ello debemos estar alertas para no caer en estas iglesias de falsas doctrinas.

La religiosidad New Age se erige al igual que la teología de la prosperidad, anulando así las esperanzas de quienes buscan alivio en medio de sus problemas, pero lamentablemente solo encuentran más problemas y desastres al seguir a estos pseudo pastores.

Lamentablemente vivimos una época donde domina la mentalidad tecnoeconómica y consumista en todos los aspectos de la vida, donde las relaciones humanas han sido colonizadas por lógicas comerciales, como si fueran puras transacciones.

Estos traficantes de la fe, solo ofrecen un dios a medida de los consumidores, según los esquemas dominantes, donde para cada problema hay una solución a su debido precio. A esto habría que sumarle el fomento del pensamiento mágico y la situación de vulnerabilidad social en tantos países, donde muchos desean hacerse «mágicamente» ricos y vivir según los modelos de vida impuestos culturalmente. (Zenit)

Es indispensable tener claro el panorama bíblico para no caer en estas sectas, pero también pedir misericordia a nuestro amado Dios para que se arrepientan de corazón quienes comercian con la Palabra de Dios, con el fin de que su ganancia no sea el eterno tormento: el infierno.

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Written by Jesús es mi Pana

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